TITULO ORIGINAL: Dear John
TRADUCCION DE: Iolanda Rabascall
AUTOR: Nicholas Sparks
EDITORIAL: Roca editorial
PÁGINAS: 316
PRECIO: 20€
John Tyree, es un muchacho rebelde que vive en Carolina del Norte. Después de pasar una infancia complicada sin madre y con un padre obsesionado con la numismática decide alistarse en el ejército para poder huir de su pueblo y de su disfuncional familia. Sin embargo, en uno de los permisos que se le conceden, volverá a su ciudad natal y allí conocerá a Savannah. Ella es su completo opuesto: una brillante estudiante, pasa el verano construyendo casas para los sin techo. Los dos jóvenes se enamoran perdidamente y cuando John tiene que reincorporarse a filas deciden esperar a que él pueda licenciarse de su carrera militar para poder emprender un proyecto de vida juntos. Las visitas de John a Savannah se suceden y en ellas el amor que sienten el uno por el otro no hará más que aumentar. John conseguirá además, con la ayuda Savannah, descubrir el porqué del alejamiento de su padre y reconciliarse con él. A pesar de todo esto, algo que excede a su control sucede: los cruentos atentados del 11 de septiembre que sumen al país en la alerta roja militar. John tendrá entonces que tomar la decisión más difícil de su vida, la de optar entre el amor a una mujer y el amor a su país.
Creo que no me equivoco cuando digo que Nicholas Sparks es uno de los autores que mejor saben reflejar los sentimientos humanos sobre el papel y con ello no quiero catalogarlo de escritor "rosa". Ha sabido emocionarme con novelas con “El cuaderno de Noah”, “La boda” o “Un paseo para recordar”. Sabe como nadie plasmar en sus personajes la alegría o la pena, la risa o el llanto, la pérdida... en definitiva sabe tocar la fibra sensible del lector de una forma fantástica. Sus novelas no son el típico “chico conoce chica, se enamoran, se enfadan, se reconcilian y juntos son felices y comen perdices”. Precisamente eso no ocurre en muchas de sus novelas y esta es una de ellas.
Ya desde el prólogo, el propio John escondido a una prudente distancia, mientras ve cómo Savannah alimenta a los caballos de su rancho, nos cuenta que fue él quien puso fin a su relación y nos invita a leer su historia, como él dice dividida en tres partes, un comienzo, un desarrollo y un desenlace.
... el caso es que la conocí, y ése es precisamente el motivo por el que mi vida resulta tan insólita. Me enamoré de ella cuando estuvimos juntos, y después aún me enamoré más de ella en los años en que estuvimos separados. Nuestra historia se compone de tres partes: un inicio, un desarrollo y un desenlace. Y a pesar de que así es como fluyen todas las historias, todavía no puedo creer que la nuestra no durase para siempre. Reflexiono acerca de tales cuestiones y, como siempre, rememoro los días que estuvimos juntos. De pronto me sorprendo evocando cómo empezó todo, puesto que eso es lo único que me queda: mis recuerdos.
El comienzo de esta novela y sus personajes me trajeron recuerdos de los protagonistas de “Un paseo para recordar”, pero sólo al principio, porque luego la historia toma caminos muy diferentes. Sinceramente me ha dejado un regusto amargo y es que no ha acabado de emocionarme la historia de amor entre los protagonistas. Me ha gustado y emocionado mil veces más la de John con su padre, que me ha parecido maravillosa. Siempre acaban gustándome más los personajes masculinos que los femeninos en las novelas de Sparks y curiosamente me pasa lo mismo con las películas.
La primera parte de la historia por supuesto es donde ambos se conocen. Ella es la hija perfecta del matrimonio perfecto, buena estudiante, cariñosa, trabajadora, siempre dispuesta a echar una mano a quien lo necesite, con ese punto religioso que siempre me sobra, sólo faltaba llamarla Santa Savannah y él todo lo contrario, criado sólo por su padre un hombre más que reservado y distante, es un chico rebelde que no se siente especialmente querido y que ve en el ejército la única salida para escapar de un hogar que le ahoga. En dos semanas su relación se vuelve tan intensa que ninguno de los dos duda cuando hablan de construir un futuro juntos. Él vuelve al ejército, ella a la universidad y es entonces cuando empiezan a sentir el peso de la distancia, a pesar de poder estar juntos en algún corto permiso.
Pero estar en el ejército supone adaptarse a la agenda de lo que ocurre en el mundo y no a la que uno tiene en mente, y aunque en la sinopsis del libro pone que él debe elegir entre el amor por Savannah y el ejército, fíjate que yo creo que la decisión final no la toma él sino ella, y aquí es cuando se me desmorona todo y me hace pensar que ese amor ni era tan grande ni tan maravilloso en el fondo. Miles de mujeres tienen a sus novios o maridos en el ejército y además es comprensible la actuación de John, es más yo diría que tendría que haberse sentido orgullosa de él. Creo que requería sacrificio por ambas partes pero ahí es donde me falla el personaje de Savannah.
A partir de aquí la historia toma un cariz tan triste y deprimente que ya estaba yo medio mustia leyendo y no planté todo porque estaba muy cómoda en el sofá y porque sinceramente la literatura de Sparks es muy fácil de llevar y acabas pasando hoja tras hoja rápidamente.
No me ha gustado cómo ha quedado resuelto el final. Vale que John lo hace con la mejor intención pero me da mucha pena por otro personaje. No puedo ser más clara sin jorobar el final.
Para mí, lo mejor: la historia de John y su padre (y ya puestos, el actor que han elegido) y el relato de su estancia en el ejército. No acaban de convencerme los últimos libros leídos de Nicholas Sparks, la verdad. En cuanto a la peli, no la iré a ver en el cine, pero es de las que en esta ocasión me gustaría que tuviera un final distinto a la novela.
Y por cierto si la chica es morena en el libro, ¿porqué ponen de protagonista a la típica rubia americana? ¿No había una morenita que sirviera?. ¡Hala 2 gusanitos y ya!
- del actor: http://www.celebritywonder.com/wp/Channing_Tatum_in_Dear_John_Wallpaper_2_1024.jpg
Y aprovechando las vacaciones de Semana Santa, dejo programada ésta y otra entrada y me tomo un descansillo blogueril, al menos de escribir que no de leer. Así que chic@s ¡Felices vacaciones! Una servidora