AUTOR: Miguel de León
EDITORIAL: Plaza & Janés
Sinopsis Editorial:
La familia Altaterra acoge en su seno a un enigmático joven sin nombre, pero tiempo después lo repudia misteriosamente. El expulsado se ve obligado a vagar durante treinta años.
Cuando regresa, pasado y presente se confunden, y los amores secretos y las venganzas por saldar se entremezclan con una serie de crímenes cuyo desenlace estará íntimamente ligado al destino de la familia.
La nueva novela de Miguel de León, autor de Los amores perdidos, es una épica historia llena de pasión, morbo, odio, venganza, amor y tragedia, en la línea de las grandes sagas familiares de la literatura.
Cuando terminé de leer, hace ya siete años, Los amores perdidos de Miguel de León, sabía que en cuanto volviera a publicar una novela la leería sin dudar y apuntada tenía en mi agenda la fecha de lanzamiento de este "Almas en el páramo" para encargarlo en la librería, pero ni siquiera tuve que pasarme por allí, ya que el propio autor y la editorial, tuvieron el detalle de enviarme un ejemplar en agradecimiento por haber reseñado su anterior obra.
Ahora que la he terminado, me he pasado por mi reseña de "Los amores perdidos" y me ha parecido que casi casi podía copiar y pegar el mismo texto para hablar un poco de esta novela, porque mis sensaciones han sido prácticamente idénticas y eso ante todo significa que esta historia me ha gustado mucho también.
Creo que hay dos cosas que sin duda domina este autor, una es la prosa, que me parece maravillosa y otra la creación de sus personajes; el trabajo y la dedicación que hay detrás de la psicología de cada uno de ellos es excelente y creo que el protagonista de esta novela, Elisario Calante, es una magnífica muestra de ello, pero también hay que destacar un personaje muy particular, que es "La Bella", una preciosa casa en la que no vive nadie y sobre la que pesa ¿una maldición?, ya que parece que enloquece a sus habitantes, pero curiosamente solo a los de género masculino. Una muy interesante historia se esconde tras las paredes de "La Bella".
... la amó tanto que cuando el amor fracasó descubrió que no había reservado ni unas gotas de clemencia para sí mismo.
La novela transcurre en la imaginaria ciudad de Antiqua y se divide en tres partes, la primera se desarrolla en un tiempo presente que podría ser este perfectamente, pero que tampoco se concreta con exactitud, y por ella irán desfilando un gran abanico de personajes que al principio pueden apabullar, pero a los que poco a poco vamos haciéndonos sin mayor problema, entre estos personajes encontramos a uno a quien todo el mundo llama “Doctor”, un misterioso hombre, que muy pronto se ganará el corazón de lector y del que enseguida querrás saber mucho más. Por Antiqua también se pasea el “Loco”, otro personaje sin nombre que rondará de cerca a “Doctor” y un entrañable personaje de cuatro patas llamado “Lobo” que demostrará su lealtad más allá de lo imaginable y que hace muy buenas migas con “Doctor”. En esta primera parte también aparecerá el cadáver de una mujer, y no será el único, saber su identidad, los motivos de su muerte y quién o quienes son los responsables será un misterio que nos acompañará a lo largo de la narración.
Sobre el pasado de este “Doctor” y el de muchos de los personajes que aparecen en la primera parte tendremos información en la segunda parte de la novela, donde harán su aparición los miembros de la familia Altaterra. Aquí tengo que destacar a Diego de Altaterra, uno de mis personajes favoritos que me ha parecido maravilloso, un hombre generoso, íntegro, honorable, respetuoso con todo el mundo y un padre amante de sus hijos. Me ha encantado por su forma de ser y de actuar que es muy consecuente con su forma de pensar y de entender la vida.
... el odio nunca ha tenido sitio en mi vida porque de nada sirve odiar. No nos permite hallar verdad alguna ni andar más rápido el camino. El odio sólo es bruma. Si una mota nos impide ver, frotamos nuestros ojos, limpiamos las gafas, cambiamos el ángulo desde el que miramos, y no echamos la culpa al objeto que miramos.
Los tres hijos de Diego de Altaterra, Gabriel, Eulalia y Fernando, no pueden ser más diferentes entre sí y desde luego dos de ellos me sorprendieron de una forma que no esperaba en absoluto. Esta segunda parte de la novela me ha gustado especialmente ya que en ella se desvela gran cantidad de información, pero será en la tercera donde las múltiples ramificaciones de esta compleja historia tendrán su explicación porque si algo sabe hacer el autor es no dar puntada sin hilo.
"Almas en el páramo", como si fuera un gran puzle, se va montando al ir ordenando la multitud de piezas que son la historias particulares de cada uno de los muchos personajes que por aquí desfilan y es un placer ir viendo como todas van encajando poco a poco en su lugar.
Al igual que ocurría en "Los amores perdidos", esta es una novela coral, con personajes que te despertarán mil sensaciones, de las buenas y de las no tan buenas, a unos los adorarás y a otros todo lo contrario, pero así está hecha la vida, de gente buena y de gente mala y este es un “conflicto” presente en la historia, el del bien y el del mal, ¿Qué puede llevar a alguien a torcer su camino hacia un lado tan oscuro de la vida, a desviarse de un prometedor camino ya trazado?, pero el autor aún va más allá y hace que los personajes (y el lector) se planteen si existe o no el alma, y si a veces no tendrán más alma algunos animales que algunas personas (esto es algo de lo que yo no tengo ni la más mínima duda). Quizás estas reflexiones puedan tener un tono algo filosófico, pero en ningún caso abruman al lector, al contrario, invitan a pensar y reflexionar.
la vida necesita de otra vida a su alrededor, porque un ser vivo único, solitario y rodeado de materia inerte, carece de sentido; un alma que no esté rodeada de otras almas carece de sentido. La necesidad de estar en compañía de otras vidas y otras almas es lo que llamamos amor.
La verdad es que ha sido un placer volver a sumergirme en una nueva novela de Miguel de León, una historia para leer con calma, saboreando su bonita prosa mientras te adentras en un mundo de secretos, de relaciones románticas, familiares y de amistad, de supervivencia, de buenos y malos, de ambición y debilidad, de reflexión y confieso que Elisario Calante me ha encandilado porque la vida le ha puesto en su camino no pocas piedras y pasa por momentos muy difíciles, pero a pesar de todo es una persona tan, pero tan buena, que me ha hecho reconocer que yo no lo sería ni la mitad si hubiera estado en su lugar. Su alma desde luego es mejor que la mía.
Gracias por esta historia Miguel, de verdad que ha vuelto a ser un placer leerte.
Somos seres insignificantes en el tiempo infinito y en el espacio inabarcable de lo que algunos llaman creación. Si somos algo más que materia, si tenemos alma, somos almas en el páramo; almas errantes. En todo caso, no somos sino polvo estelar.
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