AUTOR: César Pérez Gellida
EDITORIAL: Destino
Sinopsis Editorial:
En los años convulsos de la España de principios del siglo xx, mientras el país se desangra entre el hambre, la violencia y la amenaza de una epidemia, Sebastián Costa y Antonia Monterroso huyen hacia delante, atravesando Jaén, Córdoba, Madrid y Valladolid con la promesa de un futuro al otro lado del Atlántico. Él, un veterano de guerra convertido en atracador; ella, una mujer forjada en la supervivencia y la ambición. Juntos forman una alianza marcada por la sed de riqueza, la desconfianza y un deseo tan intenso como peligroso.
Pero las deudas con el pasado nunca quedan saldadas. En su camino han dejado cadáveres, enemigos y un rastro de sangre que otros están decididos a seguir. Entre la persecución de quienes ansían verlos caer y las grietas que se abren entre ellos, la duda se cierne sobre su vida: ¿hasta dónde estarán dispuestos a llegar para ser libres? Porque en un mundo donde la violencia echa raíces y la redención es solo un espejismo, pronto descubrirán que bajo tierra seca nada bueno germina.
Pues otra novela de César terminada y disfrutada. Me ha gustado esta continuación de “Bajo tierra seca”, donde nos volvemos a encontrar con personajes que ya conocemos pero donde Antonia y Sebastián son los protagonistas, dedicados ahora a robar bancos y a dejar tras su paso tal reguero de cadáveres que en algún momento caerás en que has perdido la cuenta. No pasa nada, en las notas finales del libro ya hace el recuento César.
“𝗡𝗮𝗱𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼 𝗴𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮” es, como su antecesora, un thriller con ambientación histórica que es de lo mejorcito de la novela y que nos llevará a seguir a Antonia Monterroso y Sebastián Costa por Madrid, Valladolid y Andalucía en 1918, donde el autor nos muestra a la perfección ese contraste entre clases, esas tremendas diferencias entre los que apenas tienen para comer y los que se hospedan hoteles de lujo y comen en restaurantes espectaculares.
La verdad es que el ritmo de la novela es trepidante, una historia que no da respiro mientras el caos y la violencia va sembrando cada página. Me lo he pasado estupendamente con esta lectura, me gusta mucho cómo está escrito, cómo utiliza el lenguaje César y cómo traza a sus personajes haciendo que sea muy fácil visualizarlos, tanto física como psicológicamente.
Antonia, por ejemplo, aunque sigue siendo una mala persona, pero en esta novela se ve más “humana”, es como que no tiene la seguridad del entorno que la envolvía en el primer libro y Sebastián, es alguien que ha perdido el rumbo pero también alguien con valores y ciertos principios, lo que lo hace sumamente interesante e imprevisible. De nuevo encontramos a Rosario, que sigue siendo un personaje maravilloso y que aquí lo da todo, aunque también le toca perder ¡qué le vamos a hacer! Y otro personaje que me ha gustado mucho, y que realmente existió, es Ramón Fernández-Luna, al que se conoció como el Sherlock Holmes español con una escena al final de la novela como para quitarse el sombrero.
Me ha parecido un libro muy disfrutón, con mucho ritmo, mantiene la tensión de principio a fin y con un final cerrado que a mí personalmente me ha dejado más que satisfecha, aunque si César quisiera podría seguir tirando un poco más del hilo.
A ver con qué nos sorprende la próxima vez.
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