AUTOR: Grégoire Delacourt
EDITORIAL: Maeva
Sinopsis:
Jocelyne tenía todo lo que necesitaba para ser feliz, pero su vida se hizo añicos el día que ganó el bote del Euromillón. Su marido la traicionó y le robó el premio, y después acabó con su vida. Ahora está sola con los 15 millones que él no consiguió dilapidar, y su vida no parece tener rumbo.
Perseverante y luchadora, Jocelyne se inscribe en Ganadores Anónimos y descubre una particular galería de personajes que, como ella, han visto cómo su vida daba un vuelco. También empieza a hacer una segunda lista de deseos, un listado de personas a quienes tiene previsto regalar su dinero.
Recuerdo que cuando leí “La lista de mis deseos” hace ya unos cuantos años me pareció una novelita breve pero con encanto y reconozco que iba un poco a contracorriente porque no leí grandes reseñas sobre ella y a mí, sin embargo me gustó bastante, así que cuando vi en Audible esta segunda parte no dudé en escucharla y sinceramente si no lo hubiera hecho, tampoco hubiera pasado nada.
En esta historia nos encontramos de nuevo con Jo, que en su momento ganó con el Euromillón unos 18 millones de euros. Lo que hizo o dejó de hacer con los millonetis no os lo diré por si queréis leer el primer libro, pero en esta historia partimos con tres millones menos. Jo es la dueña de 15 millones de euros y no sabe qué hacer con ellos, de hecho sueña con deshacerse de ellos y tanto es así, que hasta está en un grupo llamado “Ganadores Anónimos”, tipo “alcohólicos anónimos”, pero con personas con problemas tras ganar bastante dinero de diferentes formas.
Mi problema principal es que me ha costado creerme la historia de Jo y hasta me ha resultado al cursi en algún momento. Tampoco ha sido un audiolibro que se me haya hecho aburrido, pero no sé… esperaba otra cosa.
Obviamente el autor reflexiona a través de los personajes sobre la importancia del dinero, sobre cómo influye en las personas y en las relaciones de estas y sobre todo, sobre cómo el dinero solamente puede comprar cosas materiales y nunca cosas como el tiempo, la confianza, el amor, la tolerancia… y desde luego nunca la felicidad, aunque algo ayude, sin duda.
«𝗘𝗟 𝗗𝗜𝗡𝗘𝗥𝗢 𝗣𝗘𝗥𝗠𝗜𝗧𝗘 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗮𝗿 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀: 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗴𝗮𝗿. 𝗨𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗺𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝘀𝘂𝗲ñ𝗼. 𝗨𝗻 𝗿𝗲𝗹𝗼𝗷, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼. 𝗨𝗻 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼. 𝗨𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁á𝗰𝘂𝗹𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿í𝗮. 𝗨𝗻 𝗲𝗺𝗽𝗹𝗲𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗼. 𝗥𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝗮𝗺𝗶𝘀𝘁𝗮𝗱. 𝗨𝗻 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱. 𝗦𝗮𝗻𝗴𝗿𝗲, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮. 𝗘𝗹 𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲𝗿, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿. 𝗗𝗶𝗽𝗹𝗼𝗺𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮. 𝗧𝗿𝗮𝗻𝗾𝘂𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝘇 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿. 𝗠𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗮 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱.»
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