AUTOR: Anthony Horowitz
EDITORIAL: Ediciones B
Sinopsis Editorial:
Susan Ryeland ha sido durante años la editora del excéntrico escritor superventas Alan Conway. Los lectores adoran al protagonista de su serie más famosa, el detective Atticus Pünd, que se dedica a resolver crímenes en la década de los cincuenta por pueblecitos ingleses aparentemente tranquilos.
Sin embargo, la última novela que ha entregado Conway, y a la que le faltan los últimos capítulos, no es como las demás y está a punto de cambiar la vida de Susan. Aunque en la narración hay cadáveres y una interesante lista de sospechosos, entre las páginas del manuscrito se esconde otra historia: una trama que se entrelaza con la vida real en la que los celos, las envidias, las ambiciones despiadadas y los asesinatos superan con creces a la ficción.
Esta es una novela que compré sin saber que era la primera de una serie, y no me ha entusiasmado tanto como para morirme por leer el segundo que hace unos días ya se puede encontrar en las librerías (El crimen de la habitación 12).
La novela tiene un planteamiento original. Susan Ryeland, es una editora que está a punto de leer "Sangre de urraca", el último manuscrito del escritor estrella de su editorial Alan Conway, y que resulta ser el noveno libro de una serie protagonizada por el detective Atticus Pünd. Cuando Susan empieza la lectura, el lector también empieza con ella, así que tenemos un libro que dentro de otro libro.
En principio pensé que la novela alternaría la trama de ese manuscrito con la vida real de Susan, pero no, nos leemos el manuscrito entero primero (aunque comprobaremos que le faltan los últimos capítulos) y después volveremos a la vida real de la editora, que al comprobar que faltan los últimos capítulos y por tanto la resolución del asesinato del libro, primero decide hablar con Charles, su jefe para comprobar que nadie se ha olvidado de enviárselos, pero antes de llegar al despacho de Charles, ya sabe que Alan ha muerto y cuando su jefe se lo confirma, le enseña además una carta firmada por el autor, prácticamente confirmando su suicidio y sin noticias de los capítulos finales del libro. A partir de aquí Susan comienza a investigar porque todo le parece de lo más extraño y además, encuentra muchas similitudes a lo ocurrido en la trama del manuscrito que acaba de leer.
La lectura de este libro me ha resultado algo lenta, la verdad. Leer de sopetón el manuscrito se me hacía monótono y tampoco la trama me ha atrapado especialmente. Tiene un estilo a las novelas de Agatha Christie y hasta el personaje de Atticus es muy Poirot, pero en general, no me ha emocionado demasiado, aunque confieso que tras leerme el manuscrito estaba deseando que los últimos capítulos aparecieran para desvelar la identidad del asesino de "Sangre de urraca".
Sé que muchos lectores les ha encantado, pero a mí no me ha acabado de calar.
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