Pippi Calzaslargas (Astrid Lindgren)

Sinopsis:

Pippilotta Delicatessa Windowshade Mackrelmint nació, con nueve años, en 1945. Huérfana de madre e hija del capitán de barco Efraín Calzaslargas, que fue el rey de los mares y hoy es el rey de los caníbales, Pippi es su hipocorístico. Pippilotta, según el rey, era un nombre demasiado largo.Si hubiera crecido, la habrían tachado de disfuncional, pero eso la trae sin cuidado. Por ahora, podemos llamarla anarcoinfantil.Y es que mientras que su padre recorre el mundo, ella vive sola, o, más exactamente, vive con un caballo, un mono, y ningún adulto a la vista, cosa que le otorga muchísima libertad. Ni siquiera tiene que ir al colegio, aunque alguna vez se persone por allí. Imaginativa (que nunca demasiado mentirosa), valiente (que no lianta, incivil o temeraria), incorruptible y leal, pero no siempre ecuánime, por fortuna Pippi es más fuerte que cualquier policía o bandido del mundo. Y, aunque tiene una pistola y una espada, suele administrar justicia con las mano. Porque siempre hay gente mala rondando por ahí, pero Pippi, a sus nueve años, va sobreviviéndoles a todos.

Leer a Pippi ha sido volver hacia atrás en el tiempo, pero atrás, muy atrás ¡ja,ja! Y es que yo recordaba a Pippi gracias a la serie de televisión, así que hablamos del año 79, porque aunque por lo visto se emitió por primera vez en el 74 tan atrás ya no llega mi mente.

En el 79 yo tenía la misma edad que Pippi en este libro, 9 años, y claro era alucinante ver a una niña de esa edad hacer las cosas que hacía, por no hablar de su fuerza descomunal. Vivía sola, sin ningún adulto que le diera órdenes, no le pedía permiso a la lengua para hablar, pero era increíblemente feliz viviendo con su mono y su caballo, al que levantaba como quien levanta una silla del suelo. El resto de humanos de 9 años no éramos ni parecidos. 

En aquel entonces yo no sabía que las peripecias de Pippi estaban basadas en unos libros y aunque lo hubiera sabido, no me los hubieran comprado, así que estas Navidades aproveché y compré la Edición de Blackie Books que sin duda me ha transportado de nuevo a aquella época, y aunque el libro es tal cual Pippi, creo que tengo tan identificadas las caras y las voces de todos los personajes, que aunque no suele ser habitual en mí, esta vez, me quedo con la serie.

Y me he divertido con el libro que conste, pero creo que aunque funcionará bien con quienes crecimos con este personaje, está más dirigido a un público muy infantil, aunque también hay que puntualizar que el público infantil de ahora no se parece mucho al público infantil de mi época, así que yo optaría por niños muy pequeños que comienzan a cogerle el gusto a la lectura o bien para que los padres se lo lean en voz alta. Puede ser muy divertido leer las estrafalarias aventuras de Pippi, y sus amigos Tommy y Annika con tus hijos, no lo dudes. Pippi es divertida, ingeniosa, buena persona, muy sincera, y muy lógica y consecuente con sus actos aunque puedan parecer absurdos muchas veces y siempre está dispuesta a ayudar a los más débiles. Pippi es un alma libre y transmite muy buen rollo. 

Todo esto me ha hecho recordar que tenía por casa guardado el álbum de cromos que de niñas fuimos coleccionando. Un álbum que está completo, en perfecto estado y que costó la friolera de… ¡20 pesetas! Anda que no ha llovido desde entonces ¡ja,ja!

FICHA DEL LIBRO: Aquí

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