Comentario, Crítica, Opinión
En la novela que estoy leyendo estos días, vuelve a aparecer como protagonista un cuadro del pintor neerlandés Jan Vermeer y eso me ha hecho recordar la lectura de "La joven de la perla", un libro que leí en 2006 por recomendación de una amiga, que también había visto la película.
Lo compré en edición de bolsillo y lo leí enseguida, puesto que es un libro corto pero sin desperdicio.
La novela es muy amena y fácil de leer. La acción comienza en 1964 en la ciudad holandesa de Delft. Es la historia de Griet, una joven de 16 años, cuyo padre ha sufrido un accidente en la fábrica de azulejos en la que trabaja, dejándole ciego, por lo que ella debe ponerse a trabajar en casa del pintor, aunque eso suponga abandonar el hogar familiar, a donde sólo podrá ir un día por semana.
Su adaptación al nuevo hogar, donde desempeñará mil tareas, además de ir a comprar carne y pescado al mercado, no será fácil. En la casa aparte del pintor y su esposa, también viven la madre de ésta (una mujer muy inteligente que es quien se encarga de negociar los cuadros de Vermeer) y cinco hijas, una de las cuales le hace la vida imposible, o lo intenta en cada oportunidad que tiene. Tampoco le cae especialmente bien a otra de las criadas que trabajan en la casa (Tannake).
Limpia con especial dedicación y cuidado el espacio donde Vermeer pinta. Vemos el proceso de creación del pintor y en ese estudio es donde se empiezan a conocer de verdad. Una relación que comienza con timidez, pero que irá desarrollándose, hasta el extremo de que Griet en algún momento se atreve a darle consejos al pintor. Esta relación que va surgiendo entre pintor y criada molesta tremendamente a la esposa de éste, ya que ella no puede entrar en el estudio, siendo las únicas personas autorizadas Griet y la suegra de Vermeer.
Uno de los clientes del pintor, Van Rujven, cuando ve a la joven quiere que le pinten un retrato con ella, pero Vermeer, temiendo otras intenciones (acertadas por cierto) acaba convenciéndolo de que acepte un cuadro de la muchacha sola y comienza a pintarla.
Griet disfruta con ello y acaba convertida en uno de los cuadros más importantes del pintor. Pero lo bonito del libro consiste en la descripción de su forma de pintar, en ser capaces de palpar en la lectura las sensaciones que Griet siente cuando está siendo pintada (timidez, pudor pero a la vez satisfacción) y las que siente él cuando la retrata. Ambos disfrutan de los momentos que ese retrato proporciona porque aunque en el ambiente se nota una atracción mutua, ambos saben que está condenada a no existir. Cuando el cuadro está finalizado Vermeer piensa que aún falta algo y le pide que se ponga unos pendientes de perlas de su esposa para lo que tendrá que perforar sus orejas.
Tengo que decir que unos meses después de su lectura pusieron la película en televisión y es de las pocas que después de haber leído el libro no me decepcionó. La película me pareció muy buena, con unos actores estupendos (lo siento pero tengo debilidad por Colin Firth, me da igual que haga de Vermeer o de novio de Bridget Jones) y el retrato de la época maravilloso.
No sé si La joven de la perla es una historia real o no, o donde está la línea que separa ficción y realidad, pero en todo caso ha sido una delicia leerla y ver la película.
Por cierto el retrato de "La joven de la perla" que ilustra el post es un cuadro mío en punto de cruz. Horas y horas nocturas de bordar en negro. Creí que perdía los ojillos en el intento. Pero valió la pena.
Me ha gustado muchísimo tu cuadro de punto de cruz.. ¡ayy si yo supiera hacer esas cosas! mejor que no, porque me pasaría horas y horas!
ResponderEliminarEn cuanto al libro, te diré que lo leí hace muy poco (está reseñado en mi blog también) y me encantó. Yo también temí por Griet cuando aquel hombre decidió que quería un cuadro con ella, y también me dio pena que finalmente el choque de "posición social" entre ambos no cuajara.
Aunque el toque final con el tema de los pendientes de perlas me encantó.
Había visto hacía tiempo la película, pero apenas me acordaba, la verdad, así que fue como leer de cero.
Todos los cuadros que tengo en punto de cruz están hechos en horas nocturnas, sobre todo para soportar algunos de esos programas basura que tu no ves. A pesar de lo que pueda parecer es una actividad super relajante.
ResponderEliminarEstoy pensando en abrir un blog paralelo a este para colgar cosas que nada tengan que ver con libros. Si lo hago ya te mostraré el resto de los "cuadritos".
Saluditos.
ok, estaré atenta!
ResponderEliminarMertxe:
ResponderEliminar¡que bonito cuadro de punto de cruz! una vez intenté hacer una bota navideña que tenía mucho negro y desistí porque al igual que tú, estaba perdiendo mis ojos en el intento (y eso que fue hace muuuuuchos años cuando era más jóven...jajaja)así que realmente admiro tu cuadro porque se lo que cuesta hacerlos de esos colores.
Es un libro bonito ¿verdad? creo que la autora logra captar y transmitir la tensión entre el pintor y su modelo, la cercanía que crece entre ellos al sentir él que comprenden su proceso creativo, su inmersión a su arte, lo que este le abstraía y le impedía convivir con la familia.
¡gracias Mertxe por compartirla!
Hola Mertxe!
ResponderEliminarHe regresado a esta reseña que leí ya hace algún tiempo para decirte que había visto la película y me había gustado mucho. Tras leer tu reseña me animé a comprar este libro y por fin le llegó el turno. Me ha gustado mucho, tanto como tu cuadro, ese que tanto te costó bordar (jejeje). Gracias por tu recomendación.
Susana: Oye hace ilusión que las entraditas antiguas tengan algo de vida ¡je,je!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara el libro. Es una delicia. No he vuelto a leer nada de la autora, pero por ahí tengo apuntado algún título. Creo que tarde o temprano repetiré con ella.
Un beso.
No sé cómo he terminado en esta entrada, pero ya que estoy te comento. :)
ResponderEliminarEl libro me gustó mucho, y la película también, la verdad es que pensé que estaría peor.
El cuadro en punto de cruz, precioso. Voy a ver si convezco a mi madre para que lo haga, que le gustan esas cosas.
Lahierba: ¡Ja,ja! Los caminos de internet son inescrutables y uno suele acabar donde menos se lo espera. Bueno, coincidimos en que el libro nos gustó e incluso la película. No sabes cómo me alegro. El cuadro queda muy bonito hecho. Compré tela negra para evitar bordar todo el fondo, pero no veía un huevo, así que me armé de paciencia y poco a poco lo fui rellenando, pero no veas que lata, aunque al final el resultado vale la pena. Yo me animé a hacerlo porque lo vi bordado en Madrid en el escaparate de una mercería y me encantó.
ResponderEliminarUn besín
Oh! También hemos coincido. Yo amé los colores narrativos de esta obra, sentía la atmosfera de ls cuadors en ella. Cuando vi la película quedé mal, porque habían cambiado el final. El del libro queda abierto e yo imagino que ella cogió el más práctico, la chica era muy intuitiva. Saludos y Gracias por compartir
ResponderEliminarBueno Alix, a mí la película me gustó, creo que eligieron muy bien a los actores, pero normalmente disfruto más con los libros. Este me pareció una delicia y además es tan cortito que se lee enseguida.
ResponderEliminarUn saludo