El hombre que paseaba con libros (Carsten Henn)

TÍTULO: El hombre que paseaba con libros
AUTOR: Carsten Henn
EDITORIAL: Maeva

Sinopsis Editorial: 

A pesar de tener setenta y un años, todas las tardes después del trabajo, el librero Carl Kollhoff entrega personalmente los libros que le han encargado los clientes más especiales. Así, cada día da un agradable paseo por las pintorescas calles de la ciudad, ve cómo transcurre la vida fuera de la librería y visita a los lectores voraces que se han convertido en amigos para él.

Incluso los compara con personajes de grandes clásicos de la literatura y les ha asignado un apodo muy novelesco. Por ejemplo, un cliente mayor que vive solo en una gran mansión es mister Darcy, y otro que solo lee ensayos históricos, el doctor Fausto. 

Cuando pierde su trabajo de forma inesperada, será necesario el poder de los libros y el de una niña de nueve años para que todos, incluido el propio Carl, encuentren el coraje para superar sus problemas y acercarse unos a otros.

Hoy vengo con un libro que me ha gustado más de lo que esperaba (ojalá pasara eso con todos). Había visto muchas reseñas de tres estrellitas, que oye, no está mal, así que pensé que por ahí andaría yo también, pero mira no, yo le regalo una más.

Ha sido un libro que me ha sentado bien. Me ha gustado la sencillez con la que está narrado, me ha gustado la historia, me ha encantado Carl, toda la vida trabajando en una librería y que se resiste a dejar de recomendar y entregar libros en mano a sus clientes a las puertas de sus casas, a pesar de que los tiempos están cambiando y la forma de comprar los libros también.
Cada persona necesita libros diferentes, porque lo que una persona ama con todo su corazón a otra la deja completamente indiferente
Carsten Henn
Foto Wikipedia
Carl le busca a sus clientes un nombre de personaje de novela, según su forma de ser y así se refiere a ellos (señora Calzaslargas, Hércules, Fausto, Darcy…) pero si algo me ha gustado ha sido Shasha. Vale que no me imagino a ningún niño o niña de 9 años comprometido con los libros a este nivel y hablando y actuando como ella, pero aún así me ha gustado que el autor sí se la imaginara. Me ha gustado la relación que establece con Carl y su espontaneidad ante sus clientes.

A mí me ha parecido una historia preciosa y hacia el final francamente emotiva que habla de lo que significan los libros para los lectores, independientemente de lo que les guste leer, es casi como un cuento para adultos que se lee de tirón y que te deja muy buen sabor de boca como toda novela feel good que se precie y si cabe, con la sensación de adorar todavía más los libros.
Leer mucho no te convierte en un intelectual. Comer mucho tampoco en un gourmet. Leo de forma egoísta, por placer, por amor a una buena historia, no para saber más sobre el mundo
 (Esta frase está en el libro, pero bien podría haber salido de mi boca)

No todos los libros se dirigen a todo el mundo. Además, incluso un libro estúpido puede dar lugar a pensamientos inteligentes. Un poco de estupidez nunca le ha hecho daño a nadie. Solo hay que tener cuidado de que no se nos vaya de las manos y se extienda por todas partes.

Lo dicho, me ha encantado.

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