Cómo no ser una drama mamá (Amaya Ascunce)

Cómo no ser una drama mamá

(Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir)

Editorial: Planeta

Sinopsis:
Este libro es para todos los que oyeron frases inolvidables como éstas: «Tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas», «Te voy a lavar la boca con jabón», o «¿Te crees que soy la dueña del Banco de España?» Es para los niños con coderas y chándal de táctel que sabían que los cromos que regalaban en la puerta del cole llevaban droga y que hay hacer dos horas de digestión para meterse en el agua. Pero también es para los que aseguran convencidos que nunca serán como su madre. Infelices. 

Pues sí, tenía yo muchas ganas de leer este libro. Y además estaba más que convencida de que entre sus páginas no me iba a ver reflejada. Yo ¿una drama mamá? ¡Ja! Pues resulta que SÍ. Soy una drama mamá y además me he divertido mucho descubriéndolo. En realidad no me acababa de identificar con la palabra "drama" y es que yo de dramática tengo poco, pero digamos que aquí se trata de utilizar frases que evidentemente hemos oído de nuestras propias drama mamás y que sin darnos cuenta van quedando aposentadas en algún lugar de nuestro cerebro y de repente un día cuando menos te lo esperas empiezan a brotar por tu propia boca dejándote anonadada. Lo que yo no sabía es que eso me convertía en algo que ya tiene nombre: "drama mamá", pero ya veis que es así.

Por lo visto la recopilación de frases que conforman este libro, nació del blog que creó Amaya Ascunce, cuando un día, ya con sus 31 añitos cumplidos y viviendo a 400 kilómetros de su madre, ésta todavía le decía con total naturalidad cuando hablaban por teléfono: "Nena, apaga los fuegos cuando te vayas", lo que llevó a la autora a pensar: "¿por qué creerá que tiene una hija pirómana?" y decidió sentarse a escribir una recopilación de frases que recordaba haber escuchado en boca de su madre desde que era niña, y así de sopetón le salieron más de 100.
¿Qué hacer para dejarlas para la posteridad? Pues abrir un blog e ir numerándolas y explicando en qué situaciones se aplicaban en su casa y en su caso. Creyendo que muchas de esas frases eran exclusivas de su madre, Amaya se llevó una sorpresa al ver que muchos lectores de su blog habían oído lo mismo de boca de sus progenitoras o con ligeras variantes y poco a poco el blog fue creciendo hasta tal punto que muchos lectores querían una versión en papel para regalársela a sus madres y ¡¡tachán!! Planeta decidió publicarlo y yo comprarlo.

Y sinceramente me he reído mucho no solo descubriendo que yo también utilizo unas cuantas de esas frases, sino recordando cuando de pequeña me tocaba escucharlas y bueno de mayor también, porque aquí hay para todas las edades, ya veréis, porque luego os dejo ni más ni menos que 35 de las que "de momento" utilizo o he utilizado con Mini-Bookworm y si no pongo más es precisamente porque aún no tiene edad para aplicárselas, pero visto lo visto otras tantas le irán cayendo, ¡anda que no!.

Al final de este post os dejaré el enlace del blog "Como no ser una drama mamá", donde podréis leer las 101 frases de este libro (y las que se han ido incorporando desde entonces), aunque en el ejemplar en papel, se añaden a veces opiniones de expertos como el psicólogo Javier Urra o la famosa "supernnany" Rocío Ramos-Paul y también versiones de la misma frase aportadas por distintos blogueros.

De verdad que es un libro muy divertido, una lectura entretenida y fresca que os hará pasar un rato distraídas de otros menesteres, tanto si sois mamás o no, porque si de vuestra boca no salen estas frases (alguna tiene que salir sí o sí), seguro que las habéis escuchado dirigidas a vuestra persona y su lectura os traerá recuerdos de algunos momentos que recordaréis con nostalgia... o no. Eso sí, quizás recomendaría no leerlo de sopetón  porque a lo mejor puede producir empacho, aunque sinceramente yo fui incapaz de parar. Es como si leyeras un libro de relatos que se puede intercalar con otras lecturas y nunca se pierde el hilo.

Os dejo aquí las frases del libro que una servidora usa, ha usado y usará probablemente hasta el fin de los días, porque Mini-Bookworm, nunca dejará de ser Mini para mí. En azul anotaciones hechas por mí. Por cierto nunca he llamado "nena" al "nene", pero así aparecen en el libro, evidentemente.

- Cierra la puerta al salir de casa.

- Como tenga que ir yo ... 

(Esta frase aplicada tras dos o tres avisos, normalmente sirve para que salte como un resorte)

- Tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas.

(Esta no me la creo ni yo, pero oye, es que sale sola)

- Algo habrás hecho tú.

- Como sigas llorando, te voy a dar una razón (o bofetón) para que llores de verdad.

(Respuesta de Mini: pero si ya lloro de verdaaaad), ains la literalidad de los niños.

- Nena, ponte recta, si andas encogida te va a salir chepa.

- Si no comes, no vas a crecer.

- ¡Ni chocolate ni chocolata!

(Ésta tiene múltiple variantes, ¡Ni ordenador ni ordenadora! ¡Ni WII ni WOO! ¡Ni Ds ni Deso!, porque sí, en mi casa se suele aplicar siempre a la tecnología)

- Esto me duele más a mí que a ti, nena.

- Y si Martita se tira por la ventana ... 

 (Se puede sustituir Martita por cualquier otro nombre o parentesco familiar)

- Nena, como te caigas, vas a cobrar.

- Nena, ¿crees que soy la dueña del Banco de España?

(Bueno yo suelo preguntarle si se cree que el dinero crece en una maceta o que si me lo van regalando, pero viene a ser lo mismito y no, no lo cree, pero le da igual. Es un concepto que no se asimila. Ésta era de las que me soltaba mi madre y yo le decía que sí tenía dinero, porque cuando iba a la tienda con ella, yo veía perfectamente que el tendero le daba siempre dinero ¡ja,ja! A mí me costó mucho asimilar el concepto "vueltas" o "cambio")

- No te separes del grupo.

- Le quitas lo negro al plátano y está buenísimo.

(Con el asquito que me dan los plátanos y que yo aplique esta frase, me avergüenza hasta a mí).

- Las cosas hay que hacerlas en el momento.

- Es por tu bien, nena.

- Tu cuarto está manga por hombro.

- Tengamos la fiesta en paz.

- Te voy a lavar la boca con jabón

(Bueno, yo directamente digo Fairy o KH7. No es que la tenga que decir con frecuencia porque en casa se cuida mucho de hablar bien, eso sí, en cuanto se junta con algún compañero, el nivel de improperios crece exponencialmente, pero bueno si amenazo a uno tampoco me cuesta nada amenazar a dos o tres. Eso sí de momento las amenazas siempre han sido efectivas y aún no he tenido que pasar a la acción)

- A mí no me levantes la voz, que te enteras. 

(Yo normalmente sustituyo el "que te enteras", por "que te meto un zapato en la boca")

- ¿No tienes nada que contarme? 

(¡Ja,ja! Esta es de las que da muuucho miedo porque nunca sabe por dónde voy a salir, y este año más, que a la mínima te envían un correo electrónico desde el instituto o te llaman por teléfono. Me encanta ver cómo en segundos intenta adivinar qué puedo saber y qué decir para no meter la pata.)

- Eso es que estás creciendo.

- Nena, como te caigas, encima te doy.

- Que no te lo tenga que repetir.

- No me, no me, que te, que te ... 

(Si de mi boca sale esto, y nada más concreto, es porque estamos en algún sitio donde no quiero montar un "pollo", pero lo que conlleva seguro es que al llegar a casa cae castigo fijo y de los gordos, así que también es de las más terroríficas)

- Porque lo digo yo, y punto.

- Culo veo, culo quiero.

- Esto ya pasa de castaño oscuro.

- Con la comida no se juega.

- Nena, tira bien de la cadena (Y baja la tapaaaaaa....)

- Hay que guardar dos horas de digestión antes de meterse en el agua. 

(Pues esta no sé si es cierta o no, porque nunca lo he comprobado, pero ya que en mi niñez me tuve que tragar siempre las horitas de la digestión, he decidido que es heredable. Y no se hable más)

- Si es que no aprendes.

- De bien nacido es ser agradecido.

- Se dice por favor, nena. 

(Vale, esta es de las que acabaré descartando porque el niño suele ser bastante educado, la verdad)

- No andes descalza.

(Sin duda es la que repito más veces al cabo del día. Nunca, nunca, nunca va calzado, sea verano o invierno y no es que lleve puestos calcetines, es que no lleva nada y a veces las baldosas están heladas y sus pies también claro. No hago carrera con él y lo peor es que el abuelo se pone malo cuando lo ve así, con lo que normalmente si está mi padre en casa, a la frase le añado "... que a tu abuelo le va a dar una taquicardia")

¡Uhmmm! Me estoy dando cuenta de que esta entrada es muy, muy personal, pero bueno, la dejaré estar.

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Fotografía de la autora: http://www.enfemenino.com/espectaculos/drama-mama-amaya-ascunce-d38341c474819.html