El último barco (Domingo Villar)

TÍTULO: El último barco
AUTOR: Domingo Villar
EDITORIAL: Siruela

Sinopsis Editorial:

La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Allí las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ría de Vigo.

Una mañana de otoño, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presentó a una comida familiar el fin de semana ni acudió el lunes a impartir su clase de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios.

Y aunque nada parezca haber alterado la casa ni la vida de Mónica Andrade, Leo Caldas pronto comprobará que, en la vida como en el mar, la más apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.  

Casi diez años ha habido que esperar para que la nueva novela de Domingo Villar viera la luz, diez años esperando un nuevo caso de Leo Caldas y diez años prometiéndole a mi padre que se la regalaría para el día del padre y ¡por fin este año he cumplido! Ahora solo espero que le guste tanto como a mí, aunque sé que él no es de lecturas tan extensas, pero bueno...

Aunque en marzo de 2013 se había anunciado con el título "Cruces de piedra" la publicación de esta novela, el autor no estaba muy convencido con el resultado y prefirió reescribirla hasta estar satisfecho con su trabajo. Si él no estaba convencido... ¿lo iban a estar los lectores? Es muy cierto eso de que para gustar a los demás hay que empezar por gustarse uno mismo, pues con el trabajo (independientemente del que sea) pasa lo mismo. Se dice por aquí "que las cosas bien hechas bien parecen" y Villar se ha aplicado el dicho popular sin dudar, sin preocuparse de si tardaría más o menos y desde luego trabajar sin compromisos de fechas supongo que le habrá dado más libertad para entregar un trabajo con el que estaba satisfecho al cien por cien y ese no es otro que "El último barco", una novela de más de setecientas páginas por la que, en mi opinión, ha valido la pena esperar.

Para los que no hayáis leído ninguna de las novelas previas, os diré que esta serie comenzó con la publicación de "Ojos de agua" a la que siguió "La playa de los ahogados". De esta última hay una adaptación cinematográfica donde el actor Carmelo Gómez da vida al inspector Caldas. No es una película que esté mal, pero es mejor la novela... como casi siempre.

A medida que los libros se han publicado han ido creciendo en páginas, aunque este último se lleva la palma y todos tienen en común que sus tramas transcurren en los preciosos escenarios que uno puede encontrar en las Rías Bajas. Sólo por eso ya vale la pena leerlos, pero también por sus escenarios, por sus tramas y por supuesto por su protagonista. Leo Caldas es un tipo tranquilo, reflexivo, es un hombre intuitivo en el que se puede confiar, una persona de costumbres que se mueve por los mismos sitios, aquellos lugares donde está cómodo y sobre todo es alguien que llegará hasta el final en cada uno de los casos que emprenda.

Desde luego si emprendes la lectura de esta novela esperando una trama de esas de comerse las uñas, ya te digo que no es tu libro. Domingo Villar ha escrito una historia que se va cociendo poco a poco, igual que las piezas de cerámica que hacen en la escuela de Artes y Oficios de Vigo y que tanto protagonismo tiene en este libro. Es una novela de personajes, de paisajes y de relaciones familiares, sobre todo de padres e hijos, todas diferentes y todas muy reales. La relación de Caldas con su padre, de la que ya sabemos bastante por las novelas anteriores, la de la desaparecida Mónica con su influyente padre, el doctor Víctor Andrade, o la Rosalía y su hijo Camilo, un vecino muy especial de Mónica.

Domingo Villar. Fotografía Faro de Vigo
La trama de esta historia gira en torno a la desaparición de una profesora de cerámica de la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, una mujer reservada y discreta que no da señales de vida desde hace unos días. Al ser una persona adulta y tras comprobar que en su casa no hay signos de violencia ni parece que hayan robado nada, en principio todo parece indicar que se ha marchado por propia voluntad sin avisar a nadie, pero su padre está convencido de que no es así. Aunque la relación con su hija deja bastante que desear, él cree que algo le ha ocurrido y al ser un eminente cirujano de Vigo y tener contactos en distintas esferas (entre ellas el jefe de Caldas), no duda en utilizarlos para que empiecen a buscar a Mónica.

Mónica Andrade no era una mujer conflictiva ni mantenía una relación sentimental tormentosa. Su casa estaba ordenada, sin señales de violencia. Nada hacía presumir que fuese una desaparición forzada. El doctor necesitaría convencer a políticos, jueces y mandos policiales de que algo extraño se ocultaba tras la ausencia de su hija para lograr que, pese a la falta de indicios de delito, se destinaran recursos a buscarla. 

A partir de aquí comienza la investigación para averiguar qué ha sido de la chica. Caldas y Estévez, que me ha vuelto a dar los momentos más simpáticos de esta historia, se acercarán a Tirán, el pequeño y tranquilo pueblo donde reside Mónica y pronto empezarán a preguntar por ella, a vecinos, amigos, o incluso a la tripulación del "Pirata de Ons", el barco que coge cada día para ir a Vigo a trabajar. También se acercarán a la escuela de Mónica y preguntarán por ella a sus compañeros y cómo no a la propia familia de la desaparecida, y así, poco a poco, irán surgiendo detalles y pistas sobre las que ir indagando.

La desaparición de Mónica empieza a tener muchas ramificaciones de las que poder tirar, unas servirán y otras no, pero acompañaremos a Caldas en cada una de sus sospechas, en cada una de sus visitas a posibles testigos, en cada uno de los interrogatorios, en cada uno de los visionados de las cámaras que pudieron grabar a Mónica y aunque en algún momento se haga algo repetitivo poner sobre el papel "de nuevo" todo lo que saben en determinados momentos, me ha dado la sensación de que es así realmente cómo se hacen las cosas, no me ha parecido aburrido volver a leer cada pista, intentar reconstruir los últimos movimientos de Mónica, volver a preguntar a vecinos y amigos. Yo he disfrutado de la investigación como si formara parte del equipo de Caldas. Tanto tanto, que adiviné el final sin equivocarme un pelo, aunque por las pocas opiniones que he leído de la novela, veo que le ha pasado a algunos lectores más. ¿Es realmente previsible? Mi marido por ejemplo no adivinó el final y yo sin embargo lo tuve claro en un punto muy concreto de la novela.

Vistas de Vigo desde el mirador
da Mona (Tirán)
cerquita de la casa de Mónica
Otras cosas que me han gustado de la novela, han sido por ejemplo, que el autor haya utilizado los nombres reales de algunos de los profesores de la Escuela de Artes y Oficios y los haya incluido en la trama y por supuesto no por existir, dejan de estar bajo sospecha.

Me ha gustado que se pare a tomar un plato de comida en locales que realmente puedes visitar como el Bar Puerto o A Taberna de Eligio en Vigo o el Marusia en Tirán.

Me ha gustado adentrarme en la Escuela de Artes y Oficios, un edificio que conozco, pero del que desconocía su historia y tengo que la sensación de que no soy la única y es que a veces pasamos por delante de las cosas sin sospechar lo que pueden esconder dentro.

"El último barco" ha sido una novela que ha tardado en llegar y que, a pesar acertado con el final, me ha gustado mucho. Es una historia policíaca que está escrita con calma, que se va cocinando poco a poco, pero que a medida que nos vamos acercando al final va cogiendo un ritmo que te obliga a seguir leyendo y también es la excusa perfecta para que a través de ella, el autor vuelque todo el cariño que siente por su tierra. Os invito a que a medida que leáis busquéis los paisajes de Tirán por los que se mueve Mónica. Entenderéis por qué a pesar de trabajar en Vigo prefería vivir justo enfrente y si en vez de buscar fotos, podéis daros un paseito por la zona, todavía mejor.

Ya he leído alguna entrevista en la que el autor no promete fecha para otra novela (ya sea protagonizada por Caldas o no), pero creo que si esto fuera una trilogía podría perfectamente quedar cerrada con esta novela.

Como siempre os dejo el enlace para leer las primeras páginas de esta novela AQUÍ

2 comentarios:

  1. Hola, Mertxe. He llegado a esta reseña después de leer la noticia de la muerte del autor. Qué tristeza. Aun sin conocerlo y sin haberlo leído, da mucha pena que se marche alguien tan joven (y además muy querido tanto por los lectores como por sus colegas, por lo que leo en las redes).

    Pese a no ser una gran lectora de novela negra, de vez en cuando me acerco al género, y de lo que cuentas me gusta que no sea el típico thriller trepidante y se recree en la descripción del lugar (a mí también me encanta el mar, y siempre he sentido cierta inclinación por Galicia, aunque todavía no he estado allí). En fin, tarde, pero lo leeré.

    Un abrazo.

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    1. Es que ha sido un mazazo, cada vez que pienso que tenemos la misma edad... Era un hombre encantador, transmitía calma cuando hablaba de su trabajo y también pasión por hacer las cosas bien. Espero que te animes a leerlo en algún momento y por su puesto que te guste. 😘😘

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