Una fría noche de diciembre, y tras muchos años sin verse, Bárbara, Juan, Tony, Jackson y Marian, deciden reunirse en la antigua estación de ferrocarril de Espuelas. Al filo de la madrugada se suben a un enigmático tren. Durante el diabólico trayecto explorarán miedos sin domar, celos, culpas enraizadas en el alma, y crueldades inusitadas. El tren parece anestesiarles borrando todo su dolor, permitiéndoles ser y hacer lo que nunca se atrevieron, perdonar lo imperdonable, entregarse a sus instintos más ocultos. Todo es posible entre sus vagones, hasta enamorarse de un monstruo. Nadie parece querer apearse de ese paraíso en forma de ferrocarril... Hasta que descubren que están atrapados en sus raíles.
Me apetecía mucho estrenarme con esta autora, la verdad y aunque tengo en casa su novela "La Santa", el argumento de este libro me llamó tanto la atención que me lo compré hace unas semanas y lo devoré en un par de días. Reconozco que para ser lo primero que leo de la autora me ha gustado bastante, aunque esperaba un poco más, sobre todo después de leer alguna entusiasta opinión en internet. Pensé que sería una novela más terrorífica pero reconozco que la idea está muy bien y yo desde luego no me subiría al dichoso tren y que conste que es un medio de transporte que me encanta.
La novela comienza en Espuelas, un pueblo que podría estar en cualquier lugar de España, donde un grupo de amigos que hace años que no se ven, se reúnen en la Estación de los Muertos, la noche de las tres noches. Espuelas se hizo famoso por el alto índice de suicidios entre sus parroquianos, sobre todo en la década de los cincuenta, hasta el punto de que el tren dejó de parar en la estación, trasladando el punto más cercano para bajarse o subirse (o lanzarse) al tren a unos diez kilómetros, lo que bajó el índice de decesos (o aumentó la vagancia de los futuros suicidas).
El caso es que hay un día en el que está prohibido acercarse a la estación. Se dice que cada 22 de Diciembre sigue pasando por allí el Tren de las Almas, cuyos pasajeros son precisamente las almas de quienes murieron en las vías, y Bárbara, y sus amigos de juventud (Juan, Tony, Jackson y Marian) están allí para comprobarlo y quizás para algo más. Y efectivamente el tren pasa y por supuesto todos, aunque no con las mismas ganas, se suben a él. El problema ahora será bajar...
Lo que ocurrirá a partir de aquí no os lo voy a contar, pero sí os puedo decir que mientras el tren está en marcha el lector sabrá qué ocurre en Espuelas tras la "desaparición" de los cinco amigos y el hallazgo del cuerpo de un nuevo suicida y también gracias a una serie de capítulos que nos trasladan a diferentes momentos del pasado de los protagonistas, irá conociendo a cada uno de ellos individualmente. Sorprende que para ser una novela no muy extensa, el perfil de los personajes queda muy bien definido, el de ellos y el de sus familias. Son personajes creíbles, nada artificiales y con los datos y detalles que nos da de cada uno los podemos imaginar perfectamente y no porque se parezcan, ya que todos son muy diferentes y quizás por eso mismo llegaron a ser tan amigos, unos amigos que sin embargo una vez que fueron tomando rumbos diferentes no volvieron a reunirse hasta la noche de las tres noches.
Por supuesto algunas de las partes más interesantes de esta historia ocurren dentro del tren, el lector está en tensión porque no sabemos hacia nos está llevando este fantástico tren, que tanto me ha recordado al Orient Express, al menos por las descripciones que ofrece la autora, pero ya os digo que no sé si serán más inquietantes algunos de las pasajes que ocurren fuera, sobre todo durante la niñez de alguno de ellos y es que algunos de los progenitores de estos chicos son bastante despreciables.
"El tren de las almas" es una novela que se lee muy rápidamente, que tiene muy buen ritmo y mantiene el misterio hasta sus últimas páginas. Personalmente me ha gustado mucho el estilo de Mado y lo amena que hace la lectura. Es un libro con muchos diálogos, que nos muestra lo bueno y lo malo de cada uno de los personajes y que los lleva a enfrentarse por fin a todo aquello que temen. Una novela con un final que me ha sorprendido por inesperado y que me ha gustado mucho.
Como siempre os dejo el enlace para leer las primeras páginas de esta novela AQUÍ
La novela comienza en Espuelas, un pueblo que podría estar en cualquier lugar de España, donde un grupo de amigos que hace años que no se ven, se reúnen en la Estación de los Muertos, la noche de las tres noches. Espuelas se hizo famoso por el alto índice de suicidios entre sus parroquianos, sobre todo en la década de los cincuenta, hasta el punto de que el tren dejó de parar en la estación, trasladando el punto más cercano para bajarse o subirse (
fue necesario poner a un vigilante para que refrenara a los que acudían con el anhelo de abrazarse a la locomotora. El espantasuicidas no daba abasto. Lo ponían todo perdido de picadillo humano, paraban y retrasaban el tráfico ferroviario; las labores de recuperación de los desperdicios eran una porquería, y, por si fuera poco, algunos no tenían ni la decencia de dejar una nota explicando su dolor. Los gacetilleros de la época bautizaron el lugar como la Estación de los Muertos.
El caso es que hay un día en el que está prohibido acercarse a la estación. Se dice que cada 22 de Diciembre sigue pasando por allí el Tren de las Almas, cuyos pasajeros son precisamente las almas de quienes murieron en las vías, y Bárbara, y sus amigos de juventud (Juan, Tony, Jackson y Marian) están allí para comprobarlo y quizás para algo más. Y efectivamente el tren pasa y por supuesto todos, aunque no con las mismas ganas, se suben a él. El problema ahora será bajar...
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| Mado Martínez |
Por supuesto algunas de las partes más interesantes de esta historia ocurren dentro del tren, el lector está en tensión porque no sabemos hacia nos está llevando este fantástico tren, que tanto me ha recordado al Orient Express, al menos por las descripciones que ofrece la autora, pero ya os digo que no sé si serán más inquietantes algunos de las pasajes que ocurren fuera, sobre todo durante la niñez de alguno de ellos y es que algunos de los progenitores de estos chicos son bastante despreciables.
"El tren de las almas" es una novela que se lee muy rápidamente, que tiene muy buen ritmo y mantiene el misterio hasta sus últimas páginas. Personalmente me ha gustado mucho el estilo de Mado y lo amena que hace la lectura. Es un libro con muchos diálogos, que nos muestra lo bueno y lo malo de cada uno de los personajes y que los lleva a enfrentarse por fin a todo aquello que temen. Una novela con un final que me ha sorprendido por inesperado y que me ha gustado mucho.
Como siempre os dejo el enlace para leer las primeras páginas de esta novela AQUÍ
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