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En el país de la nube blanca (Sarah Lark)

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TITULO ORIGINAL: Im Land der weißen Wolke
TRADUCCION: Susana Andrés
AUTOR: Sarah Lark
EDITORIAL: Ediciones B
ISBN: 978-84-666-4671-0
PÁGINAS: 746
PRECIO: 21€

CONTRAPORTADA:
Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero.

Ambas deberán seguir su destino en una tierra a la que se compara con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?

He aquí una de esas novelas que a golpe de vista puede asustar por su grosor, pero que una vez que comienzas, no podrás dejar de leer, y puesto que ésta es una época para la que muchos dejamos los libritos "gordos" que no leemos durante el resto del año, yo no puedo dejar de recomendarla. 

No son muchas las reseñas que he leído sobre este libro, pero si en algo coinciden todas es en lo favorablemente que hablan de él y a mí no me queda más remedio que sumarme a esa opinión. La novela me ha encantando. Tiene todos los ingredientes que se le pueden pedir a una buena historia y además todo ello narrado de forma tan ágil y amena que las hojas avanzan solas.

Desde luego el comienzo es magnífico, no tendrás que pasar muchas páginas para quedarte enganchado en esta historia que arranca en 1852 con la presentación de las dos protagonistas principales de la novela.

Por un lado tenemos a Helen Davenport, tiene 27 años, es institutriz en casa de los Greenwood y con su sueldo y, tras la muerte de sus padres, se hace cargo de los gastos que suponen la educación de sus dos hermanos, con lo que apenas le queda dinero para una dote decente y sus posibilidades de formar una familia son bastante escasas, por lo que decide aceptar una oferta de matrimonio de Howard O'Keefe, un granjero de Nueva Zelanda, que la ha conquistado con bastante facilidad a través de unas bonitas cartas. En principio tanto Helen como Howard parecen tener un mismo objetivo: formar su propia familia y él es uno de los hombres que se animaron a solicitar una esposa a través de la parroquia neozelandesa de la reciente colonia inglesa, debido a la escasez de mujeres inglesas. Aprovechando el viaje en barco, Helen será la encargada de cuidar de una serie de niñas huérfanas que viajan para trabajar como servicio doméstico en una serie de hogares donde han sido solicitadas.

Ovejas en las llanuras de Canterbury
Por otro lado tenemos a Gwyneira  Silkham, hija de Lord Terence Silkham, uno de los mejores ganaderos de Gales. Gwyn, es una rebelde pelirroja de 17 años, apasionada por el negocio familiar, que ve con tristeza y mucha rabia que será su hermano el que lo heredará todo (que para eso es el varón), mientras que de ella se espera que haga un buen matrimonio y se dedique a tener hijos y cultivar rosas como ya hicieron su hermana y su propia madre. Lo que Gwyneira no sospecha es que su padre perderá "su mano" en una partida de cartas con Gerald Warden, más conocido como "el barón de la lana" que ha llegado al país procedente de Nueva Zelanda para adquirir las mejores ovejas que pueda conseguir y mejorar así la calidad de la lana en sus granjas. A Gerald enseguida le gusta  el carácter y personalidad de Gwyneira y  muy astutamente juega sus cartas, y nunca mejor dicho. Gerald ve en la joven, la mujer ideal para su hijo Lucas y a ella en el fondo la idea no le disgusta demasiado.

Aunque procedentes de muy distintas clases sociales, a bordo del buque "Dublin" los destinos de Helen y Gwyn se unirán y durante los tres meses de travesía, entre ambas surgirá una bonita amistad que será inquebrantable durante los veinticinco años que transcurren  a lo largo de estas más 700 páginas.

-¿Estará siempre tan nublado?-preguntó Gwyneira poco entusiasmada. [...]

-No. Es más bien inusual que se ofrezca tal visión al viajero. Y seguro que trae suerte... -Sonrió contento a ojos vista de volver a contemplar su hogar-. Al fin y al cabo se dice que el país se presentó precisamente así a los viajeros de la primera canoa, que transportaba a gente de Polinesia hacia Nueva Zelanda. De ahí procede el nombre maorí de Nueva Zelanda: aotearoa, la tierra de la gran nube blanca.

Esta es una historia que, como comentaba al principio, tiene de todo. Nos habla de amor, desamor, de decepción, de celos, envidias y viejas enemistades, de odio, de deseos reprimidos, de incómodos secretos ocultos, de la verdadera amistad y todo ello rodeado de un paisaje que a mí personalmente me atrae muchísimo (será porque el Sr. Bookworm  ya ha estado por esos lares y solo habla maravillas) y situados en un contexto histórico muy interesante, como es la colonización de Nueva Zelanda. Nos hablará también del pueblo maorí, de sus costumbres, de cómo fueron fácilmente "engañados" para quitarles sus tierras, de la convivencia entre ambas culturas, no siempre fácil, sobre todo a medida que los propios maoríes van aprendiendo el idioma y a leer lo que antes no podían. Incluso tendrán su espacio la flora y fauna autóctona. Está claro que la autora no sólo es una apasionada de este país, sino que se ha documentado en profundidad para contarnos una historia muy visual, donde retrata a la perfección la sociedad de la época. Para que os hagáis una idea a mí me recordaba por momentos a las películas "El piano" y "Australia".

Aunque el peso de la historia recae principalmente en nuestras protagonistas femeninas, dos mujeres con fuerza, aunque con caracteres muy diferentes, es cierto que es Gwyn quien destaca más (a lo mejor "demasiado" más), quizás porque lleva una vida más acomodada y se relaciona con mucha más gente, porque es más decidida y temperamental, mientras que Helen parece "conformarse" con la vida que le ha tocado vivir, pero ambas son dos personajes a los que rápidamente coges cariño, además están rodeadas de  personajes masculinos muy interesantes y muy bien perfilados, como Lucas y Geral Warden, el marido y suegro de Gwyn, James el capataz de la granja de Warden o incluso George Greenwood, que fuera alumno de Helen en Inglaterra. No da la sensación en ningún momento de que los personajes sean de relleno a pesar de ser una historia tan extensa; incluso las niñas huérfanas que llegaron con Helen a Nueva Zelanda tendrán su hueco en esta historia (yo deseaba saber sobre ellas constantemente). Para mí todos los personajes (aunque es cierto que unos más que otros) son muy ricos en variedad. Los encuentro muy humanos, con sus virtudes y defectos pero sobre todo muy creíbles.

Sarah Lark
Por supuesto, al ser una novela que transcurre a lo largo de tanto tiempo, son muchos los personajes que van apareciendo a medida que pasan los años. Tanto Helen como Gwyn tendrán descendencia y esa descendencia su propia historia. Es una novela que va evolucionando, unas tramas se van cerrando mientras se van abriendo otras nuevas, pero todo está muy bien hilado, aunque confieso que el final me ha sabido a poco. Se me acabaron las hojas "de repente". Lo encontré un poco precipitado, pero aun así me parece una novela encantadora que cautiva enseguida al lector, es emocionante por momentos y además tiene un buen ritmo (mejor al principio, todo sea dicho).

En cuanto a la edición del libro, la portada fue lo primero que me atrajo, lo confieso, pero he de decir que a pesar de su grosor es un libro que se lee muy cómodamente. Yo lo he leído durante 4 días y no parece que lo haya abierto. No tiene ni una sola marca. Lo que sí he encontrado son algunas erratas, pero cuando una historia me conquista tanto, lo paso todo por alto ¡je,je!

Una novela que me ha dejado muy buen sabor de boca y que continuará al menos con dos libros más, que si no me equivoco ya están a la venta en Alemania, aunque según palabras de la propia autora "estos no serán tan románticos". Yo de momento volveré a disfrutar del estilo de esta escritora en breve, porque Sarah Lark es uno de los seudónimos que utiliza esta mujer, cuyo verdadero nombre es Christiane Gohl y ahora probaré su línea histórica con "La doctora de Maguncia" en la Lectura Conjunta que he organizado en el blog, y que firma como Ricarda Jordan. De paso y aunque no viene mucho a cuento, os digo que también me he apuntado a la lectura conjunta que organiza Dácil en su blog, con una novela que tiene muy buena pinta.

Por cierto a pesar de lo larga que me ha quedado esta reseña, no os he contado NADA que destroce la sorpresa al leer esta historia, y aunque no le de los 5 gusanitos, por ese final un poco de sopetón, al que me ha dado la sensación de que le faltaban hojas (por increíble que parezca), ya os digo que yo quiero que todos los libros me gusten como este.
Fotografías utilizadas:
- del libro: http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/sarah-lark/807/libro/en-el-pais-de-la-nube-blanca_1857.html
- de la autora: http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/nube-blanca-maori-996905
- ovejas: http://www.allposters.es/-sp/Sheep-Grazing-on-Downs-Near-Geraldine-at-the-South-Western-End-of-the-Canterbury-Plains-Posters_i2669257_.htm