AUTOR: Rodrigo Costoya
EDITORIAL: Pamíes
Sinopsis Editorial:
De milagros fantasiosos
Cuentan que Compostela nació cuando Paio, el eremita, fue guiado por unas luminarias misteriosas hasta la tumba del apóstol Santiago. De ahí el nombre de Campus Stellae. Y también que el rey Alfonso II fue el primer peregrino de la historia. Y que comenzó así una afluencia masiva de caminantes que no ha cesado hasta nuestros días. Una increíble sucesión de milagros, ¿verdad?
Pues lamento decir que todo esto es mentira. Una leyenda, nada más. Una fantasía.
La Compostela primigenia
En los primeros tiempos, en torno a un sepulcro sin identificar no había nada más que un burgo modesto y una pequeña iglesia. El propio Vaticano desmintió que esa pudiera ser la tumba de Iacobus, e incluso algún obispo llegó a ser excomulgado por defender esa tesis.
Un milagro tangible
Es en 1068 cuando nace Diego. Él hizo de Compostela una archidiócesis, y creó la catedral más fastuosa del mundo. Él coronó reyes y entronizó papas, ordenó escribir los códices más maravillosos y puso a la insignificante Compostela a la altura de Roma y de Jerusalén.
Él creó el Camino de Santiago, y en torno a él forjó Europa. Esta es su historia, y es real.
Esto es lo que construyó en el siglo del milagro.
Hasta ahora conocías la leyenda. Ahora descubrirás la verdad.
Pues un novelón me ha parecido, la verdad. Es la segunda novela que leo de Rodrigo Costoya, y aunque la anterior me ya me había gustado mucho, esta me ha parecido espectacular.
Me he quedado prendada del personaje principal, Diego Gelmírez, al que conoceremos desde el día de su nacimiento en el año 1068, hasta su final, final que me ha emocionado totalmente, pero tan, taaaan acorde con él, que no podía ser de otra forma.
Quién podía pensar que el hijo de un simple soldado podría conseguir tantas cosas a lo largo de su vida. Diego siempre buscó engrandecer Compostela, esa ciudad que cuando llegó era poco más que cuatro casas y que no conseguía atraer a ningún peregrino. La transformó con el paso de los años en el centro de peregrinaje más importante mientras la catedral iba creciendo poco a poco hacia el cielo. Fue un hombre dedicado a un proyecto en el que creía y se mantuvo firme en sus decisiones tanto ante reyes como ante papas.
Fiel amigo de sus amigos, inteligente, hábil y visionario, protagoniza algún episodio que también me ha arrancado unas buenas risas.
La verdad es que es una novela entretenidísima que se lee sin esfuerzo gracias a los capítulos tan cortos que siempre invitan a leer otro más, por otro lado me ha hecho buscar más información sobre todo lo que iba leyendo y sinceramente lo que más me fascina es la personalidad que el autor le otorga a cada personaje logrando que vuelvan a la vida para nosotros los lectores.
De verdad, una historia maravillosa de intrigas, poder, juego de tronos (tal cual), envidias, ambición… pero también una historia sobre la construcción de un sueño, la fe y la perseverancia.
Me ha encantado.