AUTOR: Bernhard Schlink
EDITORIAL: Anagrama
Sinopsis Editorial:
El retrato de una mujer, de un amor imposible y de un país, Alemania, arrastrado hacia la guerra y la barbarie.
Olga nace en la parte este del imperio alemán a finales del siglo XIX, sobrevive a dos guerras mundiales y muere en extrañas circunstancias. Su vida, a caballo entre dos siglos, transcurre marcada por la historia. De familia pobre, es criada por su abuela tras la temprana desaparición de sus padres; más adelante se enamora de Herbert, un joven de una clase social superior, cuya familia se opone a la relación. Deberán mantener su amor en la clandestinidad y después la relación quedará marcada por la distancia, porque Herbert, llevado por el entusiasmo de las guerras coloniales de Bismarck, decide alistarse en el ejército. Viajará por África y por América del Sur y más tarde formará parte de una expedición polar, mientras Olga se queda en casa y le escribe cartas.
La novela relata la vida de la protagonista en tres partes y desde tres ángulos complementarios: un narrador en tercera persona, un testimonio en primera –el de un joven que la conoce en los años cincuenta, cuando Olga plancha para su familia– y por último las cartas que la propia Olga envió durante años a su amado, sin obtener respuesta.
"Olga" es la segunda novela que leo de Bernhard Schlink. Hace ya unos cuantos años leí "El lector" por recomendación de una librera y me encantó y también me gustó mucho su adaptación cinematográfica. Con "Olga" también he disfrutado, aunque no tanto. Es curioso, pero me pasa muchas veces que cuando leo por primera vez a un autor y me encanta, me cuesta volver a encontrar otra novela del mismo autor que supere a la primera, pero qué le vamos a hacer, es lo que hay.
La novela, dividida en tres partes, nos cuenta, como dice la sinopsis desde tres ángulos diferentes pero complementarios, la vida de Olga, una mujer que nace a finales del siglo XIX en Alemania. En la primera parte, un narrador en tercera persona nos contará la infancia de Olga, cómo pierde a sus padres siendo muy pequeña y debe irse a vivir con su abuela a Pomerania, donde no es especialmente feliz. Siente que no encaja y busca entre los niños de su edad alguien parecido a ella, alguien que tampoco encaje. Esa persona será Herbert, él y su hermana Viktoria, de una clase social muy superior a la de Olga, se convierten rápidamente en sus amigos. Olga y Herbert se enamorarán y nuestro narrador nos contará su historia hasta el final, una historia llena de ausencias y eternas esperas debido a los viajes a distintas partes del mundo de Herbert.
La segunda parte está narrada en primera persona por Ferdinand, el hijo de una familia para la que Olga trabajó durante mucho tiempo, porque aunque cumplió su sueño de ser maestra, le ocurrió algo que hizo que la junta escolar la "despachara" sin contemplaciones. Ferdinand era un niño cuando Olga empezó a a trabajar en su hogar. El cariño que nace entre ambos irá creciendo al igual que Ferdinand y durará hasta la muerte de ella en extrañas circunstancias. Es en esta parte de la novela cunado llegaremos a conocer mucho más a Olga, a través de lo que ella le va contando.
Si le gustaban los cementerios era porque allí todos eran iguales, los poderosos y los débiles, los pobres y los ricos, los queridos y los desatendidos, los que habían triunfado y los que habían fracasado. Y eso no lo cambiaban ni los mausoleos ni las estatuas de ángeles ni las lápidas suntuosas. Todos estaban muertos y nadie podía ni quería ser más grande de lo que era: allí las ambiciones exageradas ya no existían.
Bernhard Schlink |
La verdad es que la novela es la sencilla y a la vez compleja historia de una mujer que podría ser cualquiera, y que el autor utiliza para dar un completo repaso a todo un siglo de historia alemana. La época del imperio colonial alemán o la primera y la segunda guerra mundial.
Por supuesto el personaje principal de la novela es Olga, y es el que, lógicamente, está más desarrollado y con quien más he conectado. Herbert no me ha gustado especialmente. Me ha parecido un personaje egoísta y a pesar de su ansias de viajes y aventuras, un cobarde cuando se trata de enfrentarse a la mujer que quiere. Algo similar me ha ocurrido con Eik, otro personaje del que prefiero no hablaros. Sin embargo ella me ha gustado mucho por su forma de ser, porque es fuerte, inteligente y valiente. Una luchadora nata, que no lo tuvo nada fácil, testigo de casi un siglo de la historia de su país.
"Olga" ha sido una lectura que me ha gustado aunque sin emocionarme como esperaba. He disfrutado sobre todo porque Schlink escribe maravillosamente y creo que sin hacer una novela de ochocientas páginas ha sabido componer las historia de una mujer y de un país sin necesidad de hacerla eterna. Es un libro que habla de amor, de ambición, de crecimiento y superación personal, de sueños y fracasos, de decepciones, de, en definitiva, sentimientos.
Has amado desde siempre el vacío, la soledad del desierto y del Ártico; todavía no los conocías y ya te atraían. Más tarde empezaste a hablar de plantaciones, fábricas y minas en el desierto y del Pasaje del Nordeste. Así encubrías tu amor por el vacío, tal como políticos y periódicos encubren su amor por el vacío apelando a objetivos económicos y militares. Porque los objetivos no importan, son chiquilladas rimbombantes, como lo es también la grandeza de Alemania.
AQUÍ podéis leer un fragmento de la novela.
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