El pazo de Lourizán (Lola Fernández Pazos)


TÍTULO: El pazo de Lourizán
AUTOR:  Lola Fernández Pazos
EDITORIAL: Harper Collins

Sinopsis Editorial: 

Lúa, una niña pequeña de seis años, observa cómo cada Navidad llegan a su casa unos extraños sobres ribeteados en rojo y azul. Ella le pregunta inocentemente por su procedencia, pero su madre se resiste a responder. Poco a poco se va dando cuenta de que su anodina vida, en la época de la transición española, oculta secretos que nadie ha desvelado nunca. Su padre aparece en una foto trajeado junto a una novia que no es su madre. A su abuela la llaman Madrinita. Sus apellidos no coinciden con los de sus primos…

Cuando Lúa averigua, ya de adulta, que aquellos sobres vienen de Londres, acabará reconstruyendo la misteriosa historia familiar, que se remonta a una historia de amor de principios del siglo XX en el Pazo de Lourizán entre el primogénito de los Carballo, una familia adinerada y poderosa de la zona, y Xoana, una vendedora de pescado en la lonja de Marín…

Si alguien me hubiera contado por encima el argumento de esta historia, lo primero en lo que habría pensado es en un culebrón de esos que por las tardes te puedes encontrar en algunos canales de televisión y que yo no me molesto en ver, pero mira tú, que en formato libro la cosa cambia un rato y finalmente me ha gustado bastante más de lo que esperaba.

La novela nos cuenta la historia de la familia de Lúa, una historia que transcurre a lo largo de varias décadas, desde los años treinta hasta la actualidad, donde los secretos y las injusticias han condicionado la vida de sus protagonistas, en unos casos para bien y en otros para todo lo contrario y está dividida en tres partes bien diferenciadas.

En la primera parte la protagonista será una Lúa, todavía muy niña, pero capaz de darse cuenta de que hay cosas de las que su madre no habla, como por ejemplo unas curiosas cartas ribeteadas de azul y rojo que cada Navidad llegan a casa. En esta primera parte, la voz narradora aparece en segunda persona, algo poco habitual y personalmente me gusta mucho, porque hace que te sientas como la propia Lúa.

En la segunda, conoceremos la parte más antigua de esta historia. Un narrador omnisciente nos llevará a la década de los años treinta, unos años antes de la Guerra Civil y también unos años después. Es aquí donde conoceremos el origen de lo que acabarán siendo los secretos familiares.

Por último, en la tercera parte, y ya en la actualidad, una Lúa adulta, y en primera persona, nos contará todo lo que va averiguando del pasado familiar. Aquella curiosidad que tenía siendo una niña nunca la abandonó y poco a poco fue descubriendo pequeñas pistas que finalmente la han puesto en el buen camino para desvelar los secretos de su familia.



La verdad es que me gustan mucho las sagas familiares y estoy convencida de que si todos escarbáramos en nuestra propia familia, habría más de una y dos historias interesantes que contar y lo cierto es que en cuanto te sumerges en la primera parte de esta historia estás deseando, al igual que Lúa, que los secretos que guarda su familia se vayan desvelando, pero también es cierto que una vez que llegas a la segunda parte, algunas cosas se van adivinando, aunque sin que por ello el lector pierda interés en lo que está ocurriendo. Es en esta parte donde conoceremos la historia de Xoana y de Aldo, una pareja enamorada pero que condicionada por las circunstancias y una época donde las clases sociales lo eran todo, estaba condenada a no llegar a buen puerto. Enamorarse de alguien de fuera de tu círculo social no era lo correcto, pero encima hacerlo de una simple “peixeira” se convertía directamente en una lacra y una vergüenza para la familia. En este caso, los Carballo.

Las consecuencias de ese enamoramiento las iremos descubriendo poco a poco a través de una historia de lectura fluida que no pierde el ritmo ni el interés en ningún momento, aunque es cierto que a veces es en exceso melodramática, pero bueno, teniendo en cuenta que la historia está basada en la vida de la autora y su familia,  ella sabrá mejor que nadie lo duro y dramático de su historia, cuánto hay de realidad y cuánto ficción, pero en general creo que transmite muy bien el dolor de los personajes, la suerte o el infortunio de los mismos, pero sobre todo la dureza de una época, la escasez de alimentos tras la guerra civil, las dificultades para sobrevivir día a día, la injusticia que se cometía con quienes menos tenían, el considerar a las gentes de las aldeas poco menos que animales a los que utilizar… creo que todo esto, está estupendamente reflejado.

Otra cosa que me resultó interesante de esta novela y que fue una de las cosas que más me animó a leerla es la ubicación de la historia. Siempre digo que para mí un valor añadido en las novelas que leo es que transcurran en lugares que conozco y este el caso, la historia nos traslada sobre todo a Marín y sus alrededores y al precioso Pazo de Lourizán, que es un personaje más de esta historia. A mí me ha traído divertidos recuerdos de cuando veníamos de vacaciones a Galicia. Ya podíamos ir bien dormidas en el coche mi hermana y yo, que en cuanto te acercabas a Marín, el terrible olor de la fábrica de celulosas despertaba a un muerto y nos moríamos de risa (y de asco, la verdad).

La novela es el relato de un pasado no tan lejano y es dura y triste en algunos momentos, pero también me ha parecido sumamente entretenida y esperanzadora y creo que resultará especialmente interesante a los lectores de la zona, del Morrazo en general, que reconocerán los escenarios y seguramente si son de la quinta de la autora (o de la mía) también les traerá recuerdos de historias no muy diferentes de la posguerra que yo creo que casi toda familia gallega (y no gallega) habrá dignas de contar.

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