Marga es una joven bióloga gallega, brillante en su profesión, que trabaja como investigadora en Alaska desde hace seis años. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruña para visitar a su familia, y el vínculo se reduce a las pocas llamadas telefónicas con su madre.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Una novela cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país desde finales de los ochenta hasta la actualidad.
La sinopsis de “Tres mil noches con Marga” me llamó enseguida la atención en cuanto leí que la protagonista era una gallega que estaba viviendo en Alaska y que llevaba años sin volver a su hogar. Que su vuelta la hiciera enfrentarse a “fantasmas del pasado” hizo que mi interés creciera todavía más y que su historia guardara secretos que nadie en su familia conocía me animó definitivamente a comprarlo. No sé por qué esperaba una novela de esas gorditas y cuando me llegó pensé que me iba a durar un telediario si la historia me enganchaba tanto como esperaba y efectivamente… un telediario me duró.
Desde ya os digo que no se llevará las cinco estrellas en Goodreads, pero solamente porque yo hubiera querido otro final, lo que no significa que el libro acabe mal, pero … ¡caramba! estaba esperando llegar a las últimas páginas para un "¡boom!" final y la que se quedó boquiabierta fui yo porque no ocurrió lo que yo quería 😢
Pero bueno, vayamos al lío. Esta es la historia de Margarita, Marga o M., dependiendo de qué momento crucial de su vida estemos leyendo.
Bajo una serie de capítulos titulados “Heroína”, conoceremos a una Margarita de quince años, que en 1986 mientras veranea en el pueblo de su padre, rodeada de toda su familia, padres, hermanos, tíos, tías y primos, se enamora por primera vez. Pero no es solo por eso por lo que el verano del 86 quedaba grabado a fuego en Margarita. Es posible que el título de estos capítulos os de una pista del tema de fondo que trata.
Agrupados bajo el título “Matrimonio” encontramos a una Marga adulta (veintiséis años). Acaba de doctorarse y el único miembro de su familia presente en la entrega de su doctorado es su madre, que la convence para que vuelva con ella a casa. Pronto se casará su hermano Carlos y su madre le propone que ayude a la que será su futura cuñada con los últimos preparativos. Estamos en el año 1997. Algo ocurrirá el día de la boda que hará que Marga desaparezca para siempre de Galicia y que no vuelva hasta que una llamada de su madre le informa de que su padre está enfermo y de que probablemente no le queda mucho tiempo.
“Navidad” será el título de los capítulos que nos sitúan en el presente de M. Lleva viviendo unos años en Alaska y aunque no tenía previsto volver a España, esa llamada de su madre, hace que todo cambie. Quizás sea el momento de desvelar aquello que lleva callando tanto tiempo y de que toda su familia se dé por enterada.
Para empezar os diré que yo tengo la misma edad que tendrá ahora la protagonista de este libro, así que me he sentido muy cercana a ella durante toda la lectura, aunque su vida no se ha parecido a la mía en nada y su familia tampoco. He reconocido esos veraneos en el pueblo que tan bien describe Pedro Ramos y he escuchado y bailado las mismas canciones que Margarita a los quince años y hasta coincidimos en que el verano del 1986 nos dejó marcadas a ambas, aunque por motivos bien diferentes. Lo que le ocurrió a ella lo tendréis que leer. Lo que me ocurrió a mí os lo digo ahora mismo, dejamos San Sebastián para venir a vivir a Galicia. Con quince años, era lo último que yo quería, pero me temo que no tenía edad para decidir (aunque sí para protestar), igual que Margarita.
La sinopsis de “Tres mil noches con Marga” me llamó enseguida la atención en cuanto leí que la protagonista era una gallega que estaba viviendo en Alaska y que llevaba años sin volver a su hogar. Que su vuelta la hiciera enfrentarse a “fantasmas del pasado” hizo que mi interés creciera todavía más y que su historia guardara secretos que nadie en su familia conocía me animó definitivamente a comprarlo. No sé por qué esperaba una novela de esas gorditas y cuando me llegó pensé que me iba a durar un telediario si la historia me enganchaba tanto como esperaba y efectivamente… un telediario me duró.
Desde ya os digo que no se llevará las cinco estrellas en Goodreads, pero solamente porque yo hubiera querido otro final, lo que no significa que el libro acabe mal, pero … ¡caramba! estaba esperando llegar a las últimas páginas para un "¡boom!" final y la que se quedó boquiabierta fui yo porque no ocurrió lo que yo quería 😢
Pero bueno, vayamos al lío. Esta es la historia de Margarita, Marga o M., dependiendo de qué momento crucial de su vida estemos leyendo.
Bajo una serie de capítulos titulados “Heroína”, conoceremos a una Margarita de quince años, que en 1986 mientras veranea en el pueblo de su padre, rodeada de toda su familia, padres, hermanos, tíos, tías y primos, se enamora por primera vez. Pero no es solo por eso por lo que el verano del 86 quedaba grabado a fuego en Margarita. Es posible que el título de estos capítulos os de una pista del tema de fondo que trata.
Agrupados bajo el título “Matrimonio” encontramos a una Marga adulta (veintiséis años). Acaba de doctorarse y el único miembro de su familia presente en la entrega de su doctorado es su madre, que la convence para que vuelva con ella a casa. Pronto se casará su hermano Carlos y su madre le propone que ayude a la que será su futura cuñada con los últimos preparativos. Estamos en el año 1997. Algo ocurrirá el día de la boda que hará que Marga desaparezca para siempre de Galicia y que no vuelva hasta que una llamada de su madre le informa de que su padre está enfermo y de que probablemente no le queda mucho tiempo.
“Navidad” será el título de los capítulos que nos sitúan en el presente de M. Lleva viviendo unos años en Alaska y aunque no tenía previsto volver a España, esa llamada de su madre, hace que todo cambie. Quizás sea el momento de desvelar aquello que lleva callando tanto tiempo y de que toda su familia se dé por enterada.
Para empezar os diré que yo tengo la misma edad que tendrá ahora la protagonista de este libro, así que me he sentido muy cercana a ella durante toda la lectura, aunque su vida no se ha parecido a la mía en nada y su familia tampoco. He reconocido esos veraneos en el pueblo que tan bien describe Pedro Ramos y he escuchado y bailado las mismas canciones que Margarita a los quince años y hasta coincidimos en que el verano del 1986 nos dejó marcadas a ambas, aunque por motivos bien diferentes. Lo que le ocurrió a ella lo tendréis que leer. Lo que me ocurrió a mí os lo digo ahora mismo, dejamos San Sebastián para venir a vivir a Galicia. Con quince años, era lo último que yo quería, pero me temo que no tenía edad para decidir (aunque sí para protestar), igual que Margarita.
Encontrar en un libro algo que te ha pasado a ti o a alguien cercano nunca deja de chocarme, pero es que en este caso ha sido una coincidencia de las gordas y me ha hecho recordar mucho ese día. Para los que ya lo habéis leído, solamente diré que yo también me casé el 12 de Julio de 1997. Todo el mundo estaba pendiente de los telediarios y desgraciadamente ocurrió lo que nadie deseaba. Supongo que casi todos sabréis de qué hablo, y si no es así simplemente tenéis que poner la fecha en Google. La verdad es que me chocó tanto que leí la novela de tirón hasta llegar a ese punto y dejé el resto para el día siguiente.
Y por supuesto al día siguiente la terminé también de tirón. Intuía por dónde podían ir los tiros del secreto de Marga, pero tampoco lo acababa de ver claro y mientras tanto el autor ya había logrado hacernos un retrato fantástico de su vida, del tipo de familia en la que se crió. Ese padre machista y autoritario cuya palabra era ley. Esa madre dominada, sumisa e incapaz de llevarle la contraria y abrir la boca en su presencia. Una familia tanto la de Marga, como la de sus tíos, en la que todos saben pero todos callan, porque mientras todos callen y no se digan las cosas en voz alta, parece que no ocurren.
Marga asiente. Así que es así como se hace. Esto era, piensa, lo que no entendía, la parte que me faltaba. Las dos lo sabemos, suponemos lo que la otra sabe y no es necesario compartirlo en voz alta. Ambas interpretamos el papel que nos corresponde, sin llegar a implicarnos en ningún momento (Pág. 89).
Pedro Ramos. Fotografía Diario Sur. |
Pero Marga se reveló y luchó por lo que quería, por estudiar, por ser alguien, sin el apoyo económico de su familia, lejos de su hogar pero regresó y se volvió a marchar con un secreto a cuestas que ahora viene dispuesta a desvelar. Quiere decirles a todos por qué se marchó después de la boda de su hermano y por qué no apareció en la boda de su hermana unos años más tarde, pero ¿estarán dispuestos a escuchar?
La verdad es que yo he disfrutado muchísimo con la novela. Me ha parecido que está muy bien escrita, la historia fluye sola con un ritmo que no baja en ningún momento. La alternancia de esos tres momentos vitales de Margarita hace que te enganches al libro inmediatamente y que conectes con ella enseguida.
No sé si odiarás a algunos personajes. No me importa decir que a su padre desde luego no le he cogido ningún cariño. No entiendo a estas personas que por lograr las metas que se han propuesto en la vida se creen dueños y señores de la verdad absoluta y que solo lo que ellos hacen es lo correcto porque han tenido la suerte de que sus planes hayan salido bien. Gente que oprime a quien tiene al lado, que no deja "ser" a los demás, que no permite que nadie se desmarque de los planes trazados. Lo más triste de este personaje es que sí quiere a su hija porque en el fondo se parecen, en el sentido de que ambos han luchado por lo que querían, pero esa actitud de Marga, le hubiera gustado en su hijo Carlos, no en ella. No en una mujer. En fin...
Yo os recomiendo la lectura de "Tres mil noches con Marga". Haréis un recorrido por la historia reciente de este país y en mi caso, por mi propia historia. Creo de verdad que no os decepcionará.
Puedes leer la primeras páginas de esta novela AQUI.
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