Adriano es un hombre acabado, nada queda de aquel aguerrido sargento que sufrió un atentado en Intxaurrondo que le dejó ciego. La explosión le reventó las cuencas oculares y la vida entera: ahora es un monstruo desfigurado, invidente, que vive en Cádiz dependiente de su mujer, Patricia, que apenas soporta la rutina y que, a pesar del profundo amor que siente por su marido, no puede dejar de estar angustiada, además, por el dolor incesante de no haber tenido hijos.
Cuando el teniente Román pide la ayuda de Adriano para encontrar al asesino que aterroriza a la ciudad, él sabe que, a pesar de su ceguera, no podrá negarse. La primera víctima aparece salvajemente mutilada en el museo arqueológico, la segunda en uno de los parques más concurridos. Adriano intuye que el psicópata está emulando los doce trabajos de Hércules. Comienza así una investigación que revelará profundos secretos del miedo, la miseria y el amor humanos
Cuando el teniente Román pide la ayuda de Adriano para encontrar al asesino que aterroriza a la ciudad, él sabe que, a pesar de su ceguera, no podrá negarse. La primera víctima aparece salvajemente mutilada en el museo arqueológico, la segunda en uno de los parques más concurridos. Adriano intuye que el psicópata está emulando los doce trabajos de Hércules. Comienza así una investigación que revelará profundos secretos del miedo, la miseria y el amor humanos
"La melodía de la oscuridad" es un novela muy negra de la que me han gustado muchas cosas. Para empezar la trama. Partiendo del hallazgo del primer cadáver delante del Hércules de Farnesio en el Museo de Cádiz, ya nos damos cuenta de que en esta historia tenemos un asesino muy particular, con unos motivos para asesinar muy arraigados en él y que el lector no tardará en conocer puesto que a medida que se va llevando a cabo la investigación, también iremos descubriendo la historia del asesino. Es una persona que siente que puede redimirse igual que hizo Hércules tras asesinar a su familia, llevando a cabo doce pruebas, o doce crímenes en este caso.
Los crímenes descritos en la novela desde luego no son para todos los estómagos. Así como el otro día os hablaba de una novela negra en la que no hay ni una sola escena truculenta, en esta es todo lo contrario. Los asesinatos son salvajes, brutales, sangrientos. Está claro que el autor no los maquilla para disimular lo que realmente son y hacerlos más "llevaderos" y a mí personalmente no me suponen ningún problema, la verdad.
Lo que está claro que este tipo de crímenes no son algo con lo que la Guardia Civil se haya tenido que enfrentar con frecuencia y menos en una ciudad como Cádiz, así que el teniente Román, a cargo de la investigación, no duda en pedir ayuda a Adriano, un sargento "retirado" con el que hace años que no tiene contacto.
Las doce pruebas de Hércules El blog Aternativo |
Pienso que Adriano y Patricia son los mejores. Una de las cosas que mejor transmite la novela es la situación personal en la que se hayan. Se palpa el resentimiento de Adriano por su situación. Él fue víctima de una atentado de ETA en el cuartel de Intxaurrondo y en unos segundos pasó de ser uno de los mejores hombres del cuartel a convertirse en una persona dependiente de su mujer para todo. Adriano perdió los ojos (entre otras cosas) tras la explosión de una bomba y ahora es solo la sombra de lo que fue y a veces, por más cariño y paciencia que quiera poner Patricia, él se muestra seco e intratable y parece que vive en un constante enfado. Sabe que sin ella no podría vivir, pero es incapaz de devolver el mismo cariño que ella le demuestra.
Hay un gran trabajo en la descripción de este personaje. Elegir a un protagonista invidente no ha debido ser tarea fácil pero creo que todos nos podemos hacer una idea de su situación y del día a día de una persona así gracias al trabajo del autor. De hecho en los capítulos protagonizados por él, es fácil ponerse en su piel y sentirse también un poco ciego. La llamada de Román, hace que algo despierte en él, aunque también en Patricia, que empieza a estar cansada de la vida que llevan pero que no quiere volver a ver a su marido implicado en nada que pueda costarle la vida (y esta vez para siempre).
También Alceo, el asesino de esta historia, es un gran personaje, pero así como en otras novelas, uno puede llegar a entender de algún modo a "los malos" y sus motivos después de ir conociendo sus historias personales, en este caso yo solamente he sentido auténtico rechazo hacia él e incluso hacia sus progrenitores. Alceo es un personaje muy violento con un plan en mente para lo que necesita víctimas, le da igual quién sea y esa es la mala suerte de quienes se cruzan con él en el momento menos indicado.
Y por último, pero no por ello menos importante, tenemos a "Acho", el perro que acompaña a Adriano y que es un personaje más de esta historia y sí, al él sí que se le coge cariño sin remedio.
Daniel Fopiani. Andaluciainformacion.es |
La novela me ha gustado mucho, pero confieso que se me ha quedado algo corta. Cuando vi que el asesino se guiaba por las doce pruebas de Hércules para cometer sus crímenes pensé que iba a ser complicado meter en menos de trescientas páginas tanta prueba hercúlea y efectivamente, no están todas. Una pena, yo hubiera añadido alguna más (ya he dicho antes que no tengo problema con las escenas sangrientas), pero lo cierto es que eso tampoco es que se pueda considerar un fallo de la novela.
¿Que quizás se podía haber profundizado un poco más en las investigación y los personajes? Puede ser, pero no sé por qué tengo la sensación de que esta novela tiene toda la pinta de ser la primera con Adriano como protagonista y si es así tiempo habrá de conocer más a fondo otros detalles. A mí, desde luego, me ha resultado una lectura muy ágil, con un estilo muy actual y directo y sobre todo muy visual y me apunto (si se tercia) a otra investigación con Adriano como colaborador.
Puedes leer las primeras páginas de esta novela AQUÍ
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