AUTOR: Maxime Chattam
EDITORIAL: Alfaguara
EDITORIAL: Alfaguara
Sinopsis Editorial:
Poco a poco se suceden extraños incidentes: Zoey, el bebé de la familia, no para de llorar; los animales parecen enloquecer; hay desapariciones y muertes inexplicables; una bandada de murciélagos cubre el cielo y luego muere en masa; las llamadas telefónicas se interrumpen por gritos, y algo aterrador se percibe en el bosque.
El joven policía Ethan Cobb debe enfrentarse a esta situación sin precedentes, y el propio Tom le acompañará en la búsqueda escalofriante y frenética de la verdad.
Una intriga monumental, en páginas y ambición, que ha conquistado a los lectores y a la crítica.
Este mes de Junio he bajado un poco el ritmo lector, algo que, al contrario que a muchos lectores, me suele ocurrir cuando va llegando el verano. En general leo menos y los libros me duran más de lo habitual, pero quizás "La Señal" ha sido la excepción, porque he leído sus casi 700 páginas en apenas cuatro tardes y he disfrutado como una enana con esta historia de la que, señores de NETFLIX, no me importaría nada ver una miniserie de esas tan de moda de 6 u 8 capítulos. Ahí lo dejo.
Como dice la sinopsis, el matrimonio Spencer decide dejar atrás su vida en Nueva York, donde ella, Olivia, es una famosa presentadora de televisión con su propio programa diario y él, Tom, un escritor de obras de teatro en horas bajas. Tienen dos hijos, Chad, de trece años y Zoey, todavía muy pequeñita, aunque, tras la muerte de sus padres, ahora vive con ellos su sobrino Owen, también de trece años. Los cinco, junto con su perro "Smaug" (sí, los niños son muy fans de "El Hobbit") forman una familia muy unida con la que enseguida conecté. Están convencidos de que alejarse de la ciudad es lo que necesita su familia en ese momento y cuando se presentó la oportunidad de comprar La Granja, una preciosa casa, recientemente reformada en Mahingan Falls, muy cerca de Salem, no lo dudaron demasiado. Ahora solo falta averiguar si fue la decisión adecuada.
Espera a pasar el primer invierno aquí para cantar victoria. Cuando la luz sea anémica y el frío deprimente, cuando haga un poco menos de sol cada mañana, las noches sean eternas, los paisajes desolados y ni siquiera tengas la ilusión de vivir que procuran las grandes ciudades, entonces sabrás si puedes aspirar a ser realmente feliz aquí.
Plano de Mahingan Falls, ilustrado por @Akae06 |
Mahingan Falls parece un lugar tranquilo, un sitio en el que no deberían tener problemas para encajar. Su vecino más próximo es un anciano encantador que lleva viviendo allí toda la vida, los niños parecen haber hecho buenas migas con Connor y Corey, el hermano de Emma, una joven de diecinueve años a la que contratan para ayudarles sobre todo con Zoey y además Olivia enseguida encuentra un pequeño y discreto puesto en la radio local. El único que no parece demasiado contento con su nuevo hogar a pesar de tener todo el espacio del mundo para saltar y pasear es Smaug, que tras una primera visita al bosque que bordea La Granja, ha regresado aterrorizado y apenas se atreve a alejarse de la casa.
Y es que Smaug será el primero en darse cuenta de que algo siniestro parece habitar en Mahingan Falls, pero todos los demás tardarán en notarlo un poco más y cuando digo todos es TODO Mahingan Falls. Algo que llevaba dormido mucho tiempo parece estar despertando en este pequeño pueblo y pronto empecerán a aparecer cadáveres que en principio parece complicado relacionar, aunque si algo tienen en común es el terrible aspecto de los cuerpos, que sugieren muertes terriblemente violentas.
El autor no tiene reparos en contarnos con pelos y señales los detalles de cada una de las muertes de los habitantes de Mahingan Falls. Hay escenas realmente espeluznantes, perturbadoras y desagradables, es decir... magistrales para una novela de este tipo... con muchos "detallitos" macabros. Muertes que el jefe de policía, pretende explicar siempre de la forma más peregrina, intentando así que nadie meta las narices en su territorio, aunque eso saca de quicio a Ethan Cobb, un policía que empieza a notar que todo puede estar relacionado, aunque no puede ni de lejos imaginar cómo y decide saltarse un poco las órdenes de su superior e intentar averiguar qué está pasando en el pueblo.
Sobre el argumento ya no os cuento nada más, es un libro en el que pasan muchísimas cosas y ocurren desde el mismo prólogo, lo que hace que la novela arranque de forma inquietante y que el lector "tema" las horas de terror que le quedan por delante, y digo "tema" entre comillas porque aunque efectivamente lo que queda por leer es una gran novela de terror yo me lo he pasado estupendamente siendo "testigo-lector" de esta historia, pero eso sí, no quisiera imaginarme siendo una de las víctimas de lo que ocurre en Mahingan Falls.
Maxime Chattam |
La familia Spencer me ha encantado, me han resultado entrañables y he conectado enseguida con todos, ya que están muy bien perfilados resultando muy reales, tanto los adultos como con los niños que son la pera. Son una familia muy unida, donde todo se habla, todo se somete a votación y por eso mismo ha habido un momento en que quería que todos se sentaran a hablar y pusieran sobre la mesa lo que estaba ocurriendo, porque aunque en todo el pueblo está pasando algo, en La Granja también empiezan a pasar cosas extrañas y quizás quienes más se percatan de ello son Tom y Olivia, mientras que Chad y Owen, digamos que tienen más conciencia de lo que ocurre fuera y los adultos no hablan con los niños para no "atemorizarlos" (¡ay, si ellos supieran!) y los niños no hablan con los adultos porque... ¿quién iba a creerlos? La verdad es que he sufrido por los Spencer hasta el final de la novela ¡por Dios!
Las sombras albergaban cosas poco recomendables, a veces espantosas. Los adultos mentían. Los monstruos habitaban este mundo. Ellos lo habían comprobado.
Los personajes de Ethan Cobb y Roy McDermott, el vecino de los Spencer también me han gustado mucho. Ethan es un auténtico policía (quizás los detalles sobre su vida privada no aportan nada a esta historia), que no tiene miedo a lo que se pueda encontrar cuando sospecha que algo raro está ocurriendo y Roy tiene mucho que contar. Conoce de sobra la historia que hay tras La Granja y no tiene muy claro si contársela a los Spencer.
"La Señal" es una novela muy bien escrita, muy fácil de leer, con un estilo muy fluido y un ritmo estupendo que no me ha parecido que flaqueara en ningún momento y que mantiene la intriga y el suspense de forma magistral, dejándote al final de cada capítulo con ganas de leer siempre "uno más". Quizás encontraremos momentos que nos pueden sonar de otras novelas, o incluso películas, pero en conjunto me ha parecido una historia fabulosa.
Confieso que el final de algunos de los personajes de esta historia me ha parecido muy injusto, pero me ha gustado la explicación de lo que ocurre en Mahingan Falls, básicamente porque siempre tengo el temor en este tipo de libros de que la explicación final sea de esas tan enrevesadas que no entiende ni el que la ha escrito, pero no, es un final que te puede gustar más o menos, pero comprensible. En definitiva una lectura con la que he he disfrutado muchísimo y que mezcla los terrores más ancestrales con las nuevas tecnologías formando un cóctel que para mí funciona muy bien.
No voy a entrar en comparaciones con otros autores, porque ya resulta algo cansino, pero en cuanto escribáis el nombre del autor en Google veréis que a su lado aparece (¡una vez más!) el nombre de Stephen King (ya no sé cuántos libros he leído donde se compara a los autores con Stephen King. Parece que nadie más escribe terror y lo curioso es que cualquiera de los últimos libros que he leído de King me ha parecido menos terrorífico que este). Es la primera vez que leo algo de Maxime Chattam y la verdad, estoy dispuesta a repetir. Con que me guste la mitad que esta me doy por satisfecha.
... la bruja recibió diez bastonazos por el perjuicio causado al pueblo. Le partieron cada una de las extremidades en cinco trozos por haber mentido al principio, tras lo cual se enfrentó al suplicio del garrote hasta perder el conocimiento. Reanimada por un médico, la colgaron por las axilas de la horca, desde donde la iban bajando al centro de la hoguera para que ardiera viva entre las llamas sin morir asfixiada por el humo, como solía ocurrir en ese tipo de ejecuciones. La cuerda que le pasaba por debajo de los brazos fue alzada en seis ocasiones, según los documentos, para sacar del fuego a la condenada antes de que sucumbiera y proporcionarle aire fresco, y bajada de nuevo una y otra vez hasta las densas llamas. Murió cuando sus hombros cedieron y su cuerpo se soltó de la cuerda y cayó de una vez por todas sobre los llameantes haces de leña, entre los vítores de una muchedumbre histérica.
Para leer las primeras páginas de "La Señal", pincha AQUÍ
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