Obscuritas (David Lagercrantz)

TÍTULO: Obscuritas
AUTOR: David Lagercrantz
EDITORIAL: Destino

Sinopsis Editorial: 

Verano de 2003. En Hässelby, a las afueras de Estocolmo, se halla el cuerpo sin vida de un árbitro de fútbol. Giuseppe Costa, padre de uno de los jugadores del último partido en el que ha participado, es arrestado por el crimen. El caso parece claro, pero Costa se niega a admitir el asesinato. Cuando no queden hilos de los que tirar, el Jefe de Homicidios decide recurrir al profesor Hans Rekke, experto mundial en técnicas de interrogatorio, quien intentará que confiese el crimen. Sin embargo, Costa es liberado y el caso se cierra sin resolver.

Solo Micaela Vargas, una joven policía recién incorporada al equipo, se niega a que la investigación caiga en el olvido. Cuando vuelvan a reencontrarse tiempo después, Rekke, aristócrata y con conexiones con las altas esferas, y Micaela, hija de inmigrantes chilenos y conocedora de los bajos fondos de Estocolmo, decidirán retomar la investigación y resolver un caso que esconde mucho más de lo que nadie hubiera podido imaginar.  

Como dice la portada, primer caso de la ¿serie? ¿trilogía? protagonizada por Rekke y Vargas y definitivamente primera y última para mí. Ha sido una lectura que se me ha hecho eterna y si la he terminado es porque la novela también está en Audible y digamos que escuchándola me aburría menos que sentándome a leerla en papel.

Compré este libro en la feria del libro de Madrid al poco de salir publicado porque aunque los tres libros que el autor escribió continuando con la saga “Millenium” no acabaron de conquistarme, pensé que quizás, fuera de aquellos personajes, podría resultarme más interesante, pero lo cierto es que no ha sido así.

La novela arranca con el hallazgo del cadáver de un árbitro de futbol y refugiado afgano, para más datos. El único sospechoso parece ser el padre de uno de los jugadores del último partido que el fallecido arbitró, sin embargo el sospechoso no confiesa el crimen y la policía decide recurrir a Hans Rekke, un profesor experto en interrogatorios para que logre su confesión aunque nada saldrá como esperan. El caso se cierra sin resolverse, pero la policía Micaela Vargas, que al principio formaba parte del grupo de investigación no se olvida de la muerte del árbitro y, tiempo después, acabará formando equipo con Rekke, para llegar al fondo de un asunto más complejo de lo que parecía.

A mí la novela se me hizo lenta desde el principio, la verdad y no haber conectado excesivamente con ninguno de los dos protagonistas tampoco ha ayudado a que disfrutara esta historia. Rekke y Vargas no pueden ser más diferentes, y eso está bien porque los hace más interesantes, pero por algún motivo ninguno me ha gustado especialmente. Él pertenece a una clase alta que se desenvuelve muy bien entre gente importante y ella forma parte de una familia de inmigrantes chilenos y conoce bastante bien los bajos fondos.

El cambio que hay en el Rekke que conocemos al inicio de la novela y el que luego se encuentra Vargas es increíble y me ha cansado un poco todo el tema de su adicción y su trastorno. Es un personaje excéntrico (¿un poco Sherlock?) aunque con gran talento y capacidad de observación (¿demasiada?) porque adivina cosas al primer vistazo con una exactitud pasmosa que bueno... me lo voy a creer porque es una novela... 

En todo caso creo que es excesivo el espacio que el autor reserva a los dos personaje principales, aunque al ser el primer libro de una futura serie imagino que es algo normal, pero a mí me ha cansado y me hacía olvidar por momentos que había que descubrir al culpable de un asesinato.

Aunque es una novela que trata temas como la inmigración, el terrorismo, el régimen talibán, el consumo de drogas, los tejemanejes políticos tapando verdades que no deben salir a la luz y que en cierto modo ponen en peligro a los investigadores, me ha faltado tensión en la historia, más ritmo en la narración para atraparme e invitarme a seguir leyendo, se me ha hecho repetitiva en muchos momentos y hay gran cantidad de diálogos que también me parece que sobran por no aportar nada especial. En cuanto a la resolución, me ha faltado algún “boom” final que me dejara sorprendida. Estaba deseando terminarlo y eso no es lo mejor que se puede decir de una novela, la verdad.

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