La perra (Alberto Val)

TÍTULO: La Perra
AUTOR: Alberto Val
EDITORIAL: Destino

Sinopsis Editorial: 

En la isla de Tenerife hace un tiempo que tienen lugar una serie de encuentros clandestinos que unen el poder, la vileza humana y la animalidad de las bestias más temibles. Pocos pueden asistir a ellos, pero menos todavía saber quién los organiza y por qué.

Cristian Velasco, uno de los tenistas más importantes de su generación, desaparece justo el día de su regreso a los torneos, después de un año alejado de las pistas, y de su vuelta a Puerto de la Cruz. El caso llegará a manos de la inspectora Aguilera. Junto con su equipo, y acompañada de un policía novato, iniciará una investigación para descubrir el paradero del famoso tenista, que se torna en un caso de asesinato cuando hallan el cuerpo de una mujer que ha sufrido una tortura más que salvaje. Pero lo que no pueden imaginar es la deriva que tomará el proceso a medida que vayan apareciendo nuevos hilos de los que tirar.

Un intrincado asunto que se complica hora tras hora, en el que se mezclan los más oscuros instintos humanos y que obligará a Guiomar Aguilera a sobreponerse a sus manías y embarcarse en un misterio que cambiará su inestable existencia. Sobre todo cuando descubra que… 

NADIE TOCA A LA PERRA.

Mi estreno con este autor ha sido con su última novela cuya llamativa portada no pasa desapercibida y confieso que me ha gustado más de lo que esperaba. El personaje de la Perra me ha parecido sumamente interesante desde el principio y deseaba conocer su pasado para entender su presente, o al menos intentarlo.

La novela nos traslada a Tenerife, un escenario que me he encontrado muy pocas veces en mis lecturas, donde el famoso tenista Cristian Velasco, que llevaba un año alejado de las canchas de tenis, parece haber desaparecido justo cuando tenía previsto volver a participar en un torneo.

La inspectora Aguilera, será la encargada del caso y su primera visita será a la casa del tenista donde se encontrará una inesperada sorpresa: el cadáver de una mujer, con signos evidentes de tortura. A partir de aquí la investigación va tomando un camino que nadie espera y pronto se darán cuenta de que lo que se oculta tras esta y otras desapariciones es mucho más peligroso de lo que parecía a primera vista y que la clase de gente metida en el ajo prefiere seguir permaneciendo en el anonimato porque de conocerse su presencia en los espectáculos tan “especiales y exclusivos” que la Perra organiza para ellos, todo se derrumbaría a su alrededor.

La verdad es que la novela arranca con un primer capítulo que consigue atraparte sin remedio y en cuanto entramos de lleno en la investigación comienza a coger un ritmo que no decae en ningún momento y que me ha mantenido interesada en la trama de principio a fin.

Me ha gustado mucho que la parte de la investigación se alternara con el pasado de la Perra porque esa era la única forma de entender su forma de ser, aunque en ningún caso su pasado puede justificar su presente.

Creo que en general los personajes, tanto principales como secundarios, están bastante bien construidos y resultan realistas, pero los dos que más interesantes me han resultado son, obviamente, la Perra, una mujer fría, sin sentimientos, distante y que parece no tenerle ya miedo a nada y por supuesto Giomar Aguilera, la inspectora encargada del caso, que además tiene que lidiar con el cuidado de un hijo todavía muy pequeñito que padece una de esas enfermedades raras que lo mantienen encamado y además debe hacerlo sola, porque el padre de la criatura desapareció al poco de saber el terrible diagnóstico del niño. Aún así, ella se desvive por él y pasa cada minuto libre que tiene a su lado. El autor nos mostrará el lado más tierno y emotivo de Aguilera, pero también su férreo carácter en el trabajo, donde no le importa enfrentarse a un superior si sabe que está haciendo lo correcto.

La novela aprovecha la trama para hablarnos de la corrupción, de la maldad humana, de cómo con dinero (con muuucho dinero) se puede comprar lo que sea sin tener en cuenta las consecuencias que ello pueda tener en otros seres humanos porque para que unos disfruten a veces otros tienen que sufrir y eso el autor nos lo deja claro con algunas escenas que son bastante durillas de imaginar.

En general me ha gustado mucho, se lee de forma muy fluida, no he perdido el interés en ningún momento, más bien al contrario, creo que mantiene bien la tensión y el suspense y la verdad es que ha sido una grata sorpresa. 

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