Ficha técnica: AQUI
Después de siete años sin pisar Nueva York, Miles Heller ha vuelto. Abandonó la universidad y la posibilidad de labrarse un futuro que parecía prometedor y se marchó de casa sin dejar rastro. Aunque quería borrar las huellas de sus pasos, sus padres –él, un prestigioso editor; ella, una actriz de teatro que lo abandonó cuando era un crío– siempre han sabido dónde y cómo estaba. Ahora, a los veintiocho años, sigue sin ambiciones, sin un rumbo fijo y sin poder olvidar el suceso oscuro por el que lo dejó todo. Pero tiene una nueva vida, y a Pilar, una muchacha cubana que todavía no ha cumplido los dieciocho y de quien debe separarse una temporada… El nuevo hogar de Miles está en el barrio neoyorquino de Sunset Park, en una casa medio abandonada que su amigo Bing y unos inquilinos muy peculiares han decidido ocupar. ¿Podrá enfrentarse de una vez por todas a lo que ocurrió hace unos años? ¿Tendrá valor para ver a sus padres y explicarles por qué un buen día se marchó de casa?
Terminada esta novela de Paul Auster, diré que me ha gustado, aunque no emocionado, pero ante todo siento que he leído buena literatura. Auster es de esos escritores que aunque me cuente una historia que no me esté encantando, no dejo abandonado. Por supuesto habrá quien discrepe. Últimamente los críticos son bastante "críticos" con el escritor, pero fíjate que cuanto peor lo ponen a mí más me suelen gustar sus novelas y además ¿Por qué ellos van a tener más razón que yo?
Hace siete años Milles Heller dejó las comodidades que su vida le ofrecía, sus estudios y a su familia y se marchó. Desde entonces nunca se ha puesto en contacto con ellos. Carga sólo con una tremenda culpa que tiene que ver con la muerte de su hermanastro y se ha dedicado a moverse de un sitio a otro viviendo con lo justo y prescindiendo prácticamente de todo. Mientras reside en Florida, el único lujo que se permite es una cámara de fotos con la que retrata los objetos que quedan en los hogares que debe vaciar por orden de la empresa en la que trabaja. Hogares que la gente ha perdido por no poder hacer frente a los pagos, por haber perdido su empleo y que abandonan para instalarse, probablemente, en un hogar aún peor.
Miles ha ahorrado lo suficiente para volver a marcharse y empezar en otro lugar, pero se cruza en su camino Pilar y se enamora. El único problema es que Pilar es menor de edad. Todavía está en el instituto y aunque se van a vivir juntos, las cosas se complican cuando Ángela, una de las hermanas de Pilar amenaza con denunciarlo si no le da lo que ella le exige. Ante este panorama, Miles decide regresar a Nueva York hasta que Pilar cumpla la mayoría de edad e instalarse con su amigo Bing Nathan, la única persona que ha estado en contacto con él durante estos siete años y que le ha ido poniendo al día de cuanto ocurría en su ausencia.
Bing le ofrece una habitación en su casa de Sunset Park, aunque decir “su casa” no sea lo más correcto ya que vive de “okupa” junto a un par de compañeras en una casa abandonada esperando que en cualquier momento los descubran y los echen de allí, pero al menos se ahorran pagar un alquiler y por supuesto los impuestos correspondientes.
Auster retratará para nosotros a unos personajes, como siempre, muy creíbles, muy bien construídos. Todos ellos son perdedores, pero me ha gustado que no se rindan, que intenten formar una extraña “familia” en un hogar que puede tener los días contados, todos ellos tiran para adelante a pesar de sus problemas (Bing, que es un idealista en un mundo demasiado complicado, toca en un grupo de jazz y trabaja en su tienda "El hospital de objetos rotos", Ellen que ha pasado por una profunda depresión, ahora trabaja en una inmobiliaria y parece que en la pintura encuentra su vía de escape o Alice, un poco acomplejada por su cuerpo e ignorada por una pareja que no le conviene. Está escribiendo una tesis sobre los Estados Unidos tras la 2ª Guerra Mundial). Cada uno de ellos tan distinto a los demás en sus historias personales, que hacen piña para convivir en momentos de dificultad, y que no pierden la ilusión de mejorar en el futuro. En realidad... la vida misma.
El retorno de Miles también supondrá el reencuentro con su familia. Quizás ha llegado el momento de volver a retormar todo lo que había dejado atrás, así que además de a sus compañeros “okupas” también conoceremos a sus padres y padrastros, porque los padres de Miles se divorciaron siendo él muy pequeño pero ambos volvieron a casarse. Veremos que la crisis no sólo afecta a los que menos tienen. La editorial Heller está pasando sus peores momentos y su futuro es realmente complicado. Esta parte me ha gustado mucho. Morris Heller, el padre de Miles me ha encantado, sobre todo el momento en que recuerda la muerte de sus propios padres y la de su hijastro o más recientemente la de la hija de un buen amigo y el dolor que todo eso conlleva. La que me ha dado pena es Willa, la madrastra de Miles, pero no puedo evitar entenderla.
En general me ha parecido un buen libro, me encantan las pinceladas que Auster aporta sobre cine y literatura, quizás me ha sobrado un poco más todo el tema beisbol, pero simplemente porque no es un deporte que me interese. También hay cosas que no me han gustado, como por ejemplo que Miles ocultara toda su vida Pilar, por momentos me parecía que se comportaba como su padre y no como su pareja, no me ha gustado que el libro terminará demasiado de “sopetón”, me ha dado la sensación de que nos podía haber contado mucho más y terminar de un modo más esperanzador. Me he quedado con las ganas de saber sobre el futuro de estos personajes, tan incierto como al comienzo de la novela.
Es una historia que nos habla de sufrimiento, de culpa, de perdón, de la sociedad norteamericana, aunque podía extenderse a cualquier sociedad ya que la crisis general que se está sufriendo en todas partes está muy presente en la novela, de personas que luchan por encontrar su lugar en el mundo, porque ¿vale la pena luchar aunque no parezca que haya un futuro muy prometedor?
- del autor: http://www.guardian.co.uk/books/2005/nov/12/fiction.shoppingHace siete años Milles Heller dejó las comodidades que su vida le ofrecía, sus estudios y a su familia y se marchó. Desde entonces nunca se ha puesto en contacto con ellos. Carga sólo con una tremenda culpa que tiene que ver con la muerte de su hermanastro y se ha dedicado a moverse de un sitio a otro viviendo con lo justo y prescindiendo prácticamente de todo. Mientras reside en Florida, el único lujo que se permite es una cámara de fotos con la que retrata los objetos que quedan en los hogares que debe vaciar por orden de la empresa en la que trabaja. Hogares que la gente ha perdido por no poder hacer frente a los pagos, por haber perdido su empleo y que abandonan para instalarse, probablemente, en un hogar aún peor.
Miles ha ahorrado lo suficiente para volver a marcharse y empezar en otro lugar, pero se cruza en su camino Pilar y se enamora. El único problema es que Pilar es menor de edad. Todavía está en el instituto y aunque se van a vivir juntos, las cosas se complican cuando Ángela, una de las hermanas de Pilar amenaza con denunciarlo si no le da lo que ella le exige. Ante este panorama, Miles decide regresar a Nueva York hasta que Pilar cumpla la mayoría de edad e instalarse con su amigo Bing Nathan, la única persona que ha estado en contacto con él durante estos siete años y que le ha ido poniendo al día de cuanto ocurría en su ausencia.
Bing le ofrece una habitación en su casa de Sunset Park, aunque decir “su casa” no sea lo más correcto ya que vive de “okupa” junto a un par de compañeras en una casa abandonada esperando que en cualquier momento los descubran y los echen de allí, pero al menos se ahorran pagar un alquiler y por supuesto los impuestos correspondientes.
Auster retratará para nosotros a unos personajes, como siempre, muy creíbles, muy bien construídos. Todos ellos son perdedores, pero me ha gustado que no se rindan, que intenten formar una extraña “familia” en un hogar que puede tener los días contados, todos ellos tiran para adelante a pesar de sus problemas (Bing, que es un idealista en un mundo demasiado complicado, toca en un grupo de jazz y trabaja en su tienda "El hospital de objetos rotos", Ellen que ha pasado por una profunda depresión, ahora trabaja en una inmobiliaria y parece que en la pintura encuentra su vía de escape o Alice, un poco acomplejada por su cuerpo e ignorada por una pareja que no le conviene. Está escribiendo una tesis sobre los Estados Unidos tras la 2ª Guerra Mundial). Cada uno de ellos tan distinto a los demás en sus historias personales, que hacen piña para convivir en momentos de dificultad, y que no pierden la ilusión de mejorar en el futuro. En realidad... la vida misma.
Paul Auster |
En general me ha parecido un buen libro, me encantan las pinceladas que Auster aporta sobre cine y literatura, quizás me ha sobrado un poco más todo el tema beisbol, pero simplemente porque no es un deporte que me interese. También hay cosas que no me han gustado, como por ejemplo que Miles ocultara toda su vida Pilar, por momentos me parecía que se comportaba como su padre y no como su pareja, no me ha gustado que el libro terminará demasiado de “sopetón”, me ha dado la sensación de que nos podía haber contado mucho más y terminar de un modo más esperanzador. Me he quedado con las ganas de saber sobre el futuro de estos personajes, tan incierto como al comienzo de la novela.
Es una historia que nos habla de sufrimiento, de culpa, de perdón, de la sociedad norteamericana, aunque podía extenderse a cualquier sociedad ya que la crisis general que se está sufriendo en todas partes está muy presente en la novela, de personas que luchan por encontrar su lugar en el mundo, porque ¿vale la pena luchar aunque no parezca que haya un futuro muy prometedor?
Los libros no eran peligrosos, dijo para sí, sólo traían placer y felicidad a la gente que los leía, hacían que las personas se sintieran más vivas y más relacionadas entre sí, y si el dirigente barbudo de aquel país del otro lado del mundo estaba en contra del libro del inglés, lo único que tenía que hacer era dejar de leerlo, guardarlo en algún sitio y olvidarse de él. Amenazar a alguien con la muerte por escribir una novela, una historia ficticia que transcurría en un mundo imaginario, era la cosa más absurda que jamás había oído. Las palabras eran inofensivas, carecían de poder para hacer daño a alguien, y aunque algunas resultaran ofensivas para cierta gente, tampoco eran navajas ni balas, sólo simples trazos negros en hojas de papel, y no podía matar ni herir ni causar verdadero daño.Fotografías utilizadas:
Me estrené con este autor el año pasado y me gustó por lo que quiero repetir y precisamente con este libro porque en general he visto muy buenas opiniones de él
ResponderEliminarBesos
También a mí me gustó este libro, pero me gustó mucho más jejjeje me gusta el retrato social que hace de la sociedad americana. Un libro que leí y reseñé ya hace un par de años, al menos, y que no he olvidado. Y es que, con la lectura de este libro había alcanzado al autor en el tiempo, (la sociedad americana ya no me parece tan lejana) la crisis americana ya había llegado a Europa, y podía reflexionar con él sobre el deterioro social y el personal, sobre la necesidad de reinventarse cada día... En fin que ya ves que a mí el libro me gustó mucho más que mucho.
ResponderEliminarYo solo lei un libro del autor y queria repetir porque tengo mas esperando, a ver si este año cojo alguno de ellos, saludos
ResponderEliminarMe has recordado que hace mucho que no leo nada de Auster este me gustó es uno de mis autores favoritos más por cómo que por lo que cuenta. Besos.
ResponderEliminarPor lo que he leído de Auster creo que de las cosas que más me gustan de él es algo muy "murakamiano": que independientemente de la historia que cuente, incluso de que no la entienda, sus personajes me transmiten cosas reconocibles. Y es verdad que al leerle, aunque no te guste mucho mucho mucho... te das cuentas de que este señor hace literatura.
ResponderEliminarBesos!
Cada vez que leo una reseña sobre un libro de Auster, me digo a mi misma que tengo que volver a leer a este autor, y llevo así desde casi el principio de mi blog, tengo una reseña perdida por aquellas fechas. Pero no sé como lo hago que parece que no llega a mis manos ninguna de sus novelas.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que Auster es un autor que me gusta y no sé por qué no le dedico más tiempo. Todavía debo tener por casa alguna novela suya sin leer. Es de esos autores que no suelen fallar, a pesar de que las críticas a veces no le favorezcan. Quizás yo no sea tan exigente o es que al leerlo tan de tarde en tarde lo disfruto más.
ResponderEliminarEs un autor del que he leído poco pero en todas las ocasiones lo he disfrutado. Me gusta su estilo, sus reflexiones, sus personajes... Y por lo que cuentas, a pesar de esos peros que señalas, no creo que esta novela sea una excepción.
ResponderEliminarBesotes!!!