Comentario, Crítica, Opinión
Demasiada información y detalles para encontrar el Liber Mundi, lo que hacía que mi mente divagara y me sacara de la historia con mucha facilidad. Tanta cantidad de datos al comienzo del libro hizo que éste empezara a interesarme a partir de las 100 páginas. Quizás en lugar de la descripción de las láminas, o mejor dicho, acompañando a la descripción de las láminas, hubiera ayudado un dibujo de éstas.
Demasiados términos poco usuales, simbolismo, iconografía, esoterismo, referencias a alquimistas y a autores de ufología. Del único que había oído hablar era de Nicholas Flamel (y fue en Harry Potter y la piedra filosofal ¡je, je!). En fin que a lo mejor yo soy una ignorante y éste no era mi libro. A veces se me ha hecho muy pesado. Hubo un momento en que me dije “juraría que acabo de leer esto mismo hace unos minutos” y efectivamente, entre la página 163 y 166 hay casi una hoja duplicada ¡ja, ja! bueno eso ya sé que no es culpa de la autora sino de la edición. A ver si por eso sólo me costó 5,95€. De todos modos está claro que la escritora se ha documentado a base de bien. Tiene pinta de ser una apasionada de estos temas y cada uno escribe sobre lo que sabe y le gusta, claro.
El cóctel de personajes si me ha gustado bastante. Mucho contraste entre ellos sobre todo entre la pizpireta periodista Valls y el solitario profesor Bances, He leído por ahí a gente que se siente ofendida (o poco menos) porque la escritora no hablaba precisamente con piropos sobre El Codigo Da Vinci y luego ha escrito este tipo de novela. En alguna parte de la historia y a través de la periodista también lo hace. La verdad es que para gustos se pintan colores. Yo sinceramente lo pasé genial leyendo a Dan Brown. A lo mejor es que mi cerebro no es tan exigente. Yo leo por puro placer y lo que pido a un libro es que me entretenga de principio a fin. Me da igual que sea un clásico o un best-seller. Los gustos literarios dependen de cada persona. Cada uno sabe lo que busca en la lectura de sus libros. Así que si no os gusto El Codigo Da Vinci éste es probable que os guste más. Desde luego las últimas 100 hojas son lo mejor.
Demasiados términos poco usuales, simbolismo, iconografía, esoterismo, referencias a alquimistas y a autores de ufología. Del único que había oído hablar era de Nicholas Flamel (y fue en Harry Potter y la piedra filosofal ¡je, je!). En fin que a lo mejor yo soy una ignorante y éste no era mi libro. A veces se me ha hecho muy pesado. Hubo un momento en que me dije “juraría que acabo de leer esto mismo hace unos minutos” y efectivamente, entre la página 163 y 166 hay casi una hoja duplicada ¡ja, ja! bueno eso ya sé que no es culpa de la autora sino de la edición. A ver si por eso sólo me costó 5,95€. De todos modos está claro que la escritora se ha documentado a base de bien. Tiene pinta de ser una apasionada de estos temas y cada uno escribe sobre lo que sabe y le gusta, claro.
El cóctel de personajes si me ha gustado bastante. Mucho contraste entre ellos sobre todo entre la pizpireta periodista Valls y el solitario profesor Bances, He leído por ahí a gente que se siente ofendida (o poco menos) porque la escritora no hablaba precisamente con piropos sobre El Codigo Da Vinci y luego ha escrito este tipo de novela. En alguna parte de la historia y a través de la periodista también lo hace. La verdad es que para gustos se pintan colores. Yo sinceramente lo pasé genial leyendo a Dan Brown. A lo mejor es que mi cerebro no es tan exigente. Yo leo por puro placer y lo que pido a un libro es que me entretenga de principio a fin. Me da igual que sea un clásico o un best-seller. Los gustos literarios dependen de cada persona. Cada uno sabe lo que busca en la lectura de sus libros. Así que si no os gusto El Codigo Da Vinci éste es probable que os guste más. Desde luego las últimas 100 hojas son lo mejor.
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