SINOPSIS:
Dos de
noviembre de 1918.
La escena es
apocalíptica. Obuses y balas sibilantes acosan a los miembros de la unidad
comandada por un teniente sin escrúpulos que desprecia toda vida humana. Es
entonces cuando una ola de tierra se abate sobre el soldado Albert Maillard,
que cae.
En el umbral
de la muerte, Édouard Péricourt lo salva justo antes de que la metralla lo
mutile a él. La guerra,
ese burdo invento que destruye civilizaciones, acaba de unir inexorablemente
las vidas de estos dos hombres.
Ficha técnica del libro AQUI
Efectivamente esta es la historia de dos hombres que quedan unidos en trágicas circunstancias a pocos días del final de la Primera Guerra Mundial, cuando ya creían que lo peor había pasado. O quizás haya que decir que no son dos, sino tres los hombres unidos en esta historia, porque el teniente Henry D’Aulnay-Pradelle, tiene mucho que ver en los motivos por los que las vidas de Albert y Édourd quedan unidas.
Ficha técnica del libro AQUI
Efectivamente esta es la historia de dos hombres que quedan unidos en trágicas circunstancias a pocos días del final de la Primera Guerra Mundial, cuando ya creían que lo peor había pasado. O quizás haya que decir que no son dos, sino tres los hombres unidos en esta historia, porque el teniente Henry D’Aulnay-Pradelle, tiene mucho que ver en los motivos por los que las vidas de Albert y Édourd quedan unidas.
Tras un
inicio muy intenso en pleno campo de batalla, donde Lemaitre nos presenta a los tres protagonistas
principales (dos de ellos en una situación bastante límite), nos trasladaremos con ellos a París y allí nos adentraremos
directamente en sus vidas, llegando a conocerlos muy a fondo a lo largo de la
novela y es que el autor hace un trabajo magnífico a la hora de construir a
estos tres personajes que son tan diferentes y a la vez tan interesantes.
Por un lado
tenemos a Albert, un joven de una clase social muy modesta, contable en un banco antes de partir a la guerra y bastante apocado. Él solo piensa en recuperar su puesto de trabajo tras la guerra y volver a ver
a su novia. Al pobre Albert muchas veces su conciencia y su falta de decisión lo llevan por la calle de la
amargura.
Por otro
lado tenemos a Édouard. Un joven de familia acomodada con una capacidad
artística para dibujar maravillosa. Édouard tiene una hermana con la que se
lleva muy bien y un padre con el que no tanto. El señor Péricourt no acaba de
entender ni la forma de ser de su hijo ni su habilidad para el dibujo, que sin
embargo para Édouard será fundamental tras la guerra y las secuelas que en él ha
dejado.
Y por último
tenemos a Henry D’Aulnay-Pradelle. Madre mía, hacía tiempo que no encontraba un
personaje literario tan despreciable y sinvergüenza como este, responsable absoluto del giro que toman las vidas de Édouard y Albert, cuya obsesión
principal es hacer dinero, del modo que sea y subir en la escala social.
Los tres vivirán
una postguerra muy diferente. Albert y Édouard parecen condenados a compartir
sus vidas y será con ellos con quien el lector empatice rápidamente. El pobre
Albert con una mezcla de agradecimiento y pena, hace lo imposible para que la situación de Édouard, quien ha quedado muy
desfigurado tras ese episodio final en la guerra, sea lo más cómoda posible,
pues siente que le debe su vida y Édouard, aunque tarda en asimilar su situación parece que ha encontrado la forma de tomarse la revancha por lo que le ha ocurrido, aunque debe contar con la ayuda de Albert (y su conciencia). Por otro lado D'Aulnay-Pradelle, cree haber encontrado la gallina de los huevos de oro, exhumando los cadáveres de los soldados muertos y reagrupándolos en cementerios preparados para ello, por supuesto malversando los fondos destinados a este fin, un hecho que al final de la novela, el autor se encarga de confirmarnos que sí ocurrió, así que esta es una historia que navega entre la ficción y la realidad.
Podría parecer que leyendo esta novela nos adentramos en una postguerra llena de drama y dolor, pero lo cierto es que es una historia muy original, ocurrente, ingeniosa, afilada por momentos y con una gran dosis de ironía. El pobre Albert, a pesar de su forma de ser, sabe ser bastante mordaz y Édouard no se queda atrás.
Podría parecer que leyendo esta novela nos adentramos en una postguerra llena de drama y dolor, pero lo cierto es que es una historia muy original, ocurrente, ingeniosa, afilada por momentos y con una gran dosis de ironía. El pobre Albert, a pesar de su forma de ser, sabe ser bastante mordaz y Édouard no se queda atrás.
Es una novela llena de detalles y una crítica
en toda regla a las guerras que además de segar montones de vidas inocentes, sirven para que algunos personajes indecentes y sin escrúpulos se enriquezcan a costa ya no solo de los que murieron sino de los que han logrado sobrevivir.
El lector
que se adentre en esta novela tras leer, por ejemplo “Vestido de novia”, quizás
se lleve una sorpresa, no sé si para bien o para mal, porque esta historia no
tiene nada que ver con aquella, no sólo en cuanto al argumento, sino en cuento
a la forma en que está escrito. “Nos vemos allá arriba” tiene un aire clásico
que pide al lector un ritmo de lectura diferente. Creo que esta novela es mucho más rica
literariamente y me ha encantado adentrarme en ella, aunque pienso que tampoco
habría pasado nada, si fuera un poquito más corta.
Probablemente uno de los mejores libros que leí el año pasado.
ResponderEliminarAl revés que mucha gente, yo conocí a Lemaitre con esta novela y después con "Vestido de novia" y sin dudarlo me quedo con esta. Los dos protagonistas me encantaron por diferentes motivos y el que el teniente después de todo se vaya prácticamente de rositas me recordó el follón del caso Dreyfus.
A mi me encantó.
Tengo muchas ganas de leer a este autor =)
ResponderEliminarBesotes
Este es uno de los que me faltan de Pierre Lemaitre, me lo llevo anotado para la Yincana Histórica...
ResponderEliminarUn beso
A mi me gustó mucho también este libro igual que, aunque salvando las distancias porque no tienen nada que ver, Vestido de novia
ResponderEliminarMe sorprendió mucho esta novela, la forma en que estaba contada, ese inicio tan intenso. Es la primera del autor que he leído y tengo pendiente probar con "Vestido de novia". Besos!
ResponderEliminarVeo, que los he que hemos "catado" a Lemaitre estamos encantado ¡je,je!
ResponderEliminarDe este autor sólo he leído "Vestido de novia", así que tendré en cuenta tu advertencia.
ResponderEliminarUn abrazo