El antropólogo forense David Hunter debería estar en Londres junto a la mujer que ama. En lugar de eso, como favor a una fuerza policial local desbordada, emprende un viaje por mar a la remota isla de Runa, en las Hébridas exteriores, donde le espera un siniestro hallazgo.
A lo largo de su carrera profesional, Hunter se las ha tenido que ver con muchísimos casos extraños, pero nada parecido a lo que encuentra en Runa: un cadáver completamente calcinado en una habitación que no muestra signos de haber sufrido un incendio. La policía archiva el caso como un accidente, pero el extraño cadáver hace que el instinto de Hunter se despierte.
Convencido de que hay un asesino entre los isleños, ahora solo es cuestión de que los refuerzos policiales lleguen a la isla para llevar a cabo una investigación. Sin embargo, una de las peores tormentas de los últimos años se desata sobre Runa, y todas las comunicaciones se interrumpen. En un lugar donde todos miran con ojos hostiles a un extraño, donde cualquiera puede ser el asesino, donde la violencia se respira en el ambiente, Hunter comprenderá que descubrir al asesino no va a ser fácil... y salir vivo tampoco.
Mi primera incursión en la novela negra este año ha venido de la mano de Simon Beckett y de la segunda novela de la serie protagonizada por el antropólogo forense David Hunter. No podía haber empezado con mejor pie. Si me gustó mucho la primera novela (La química de la muerte) con esta he disfrutado igualmente y ha sido un placer encontrarme de nuevo con Hunter y además en un entorno como las Islas Hébridas, un lugar al que el autor te traslada inmediatamente gracias a la descripción que hace del lugar, de sus algo hurañas gentes y de su clima.
Esto es una de las mejores cosas de la novela, pero por supuesto lo es también toda la trama que envuelve el misterio de la aparición de un cuerpo totalmente calcinado (salvo una mano y los pies) y el resto de muertes que le siguen.
Una lectura dinámica, con personajes bien perfilados, que atrapa desde la primera línea y que te deja con las ganas de leer la tercera entrega inmediatamente, algo a lo que pondré remedio porque ya la tengo esperando junto con la cuarta.
Esto es una de las mejores cosas de la novela, pero por supuesto lo es también toda la trama que envuelve el misterio de la aparición de un cuerpo totalmente calcinado (salvo una mano y los pies) y el resto de muertes que le siguen.
Una lectura dinámica, con personajes bien perfilados, que atrapa desde la primera línea y que te deja con las ganas de leer la tercera entrega inmediatamente, algo a lo que pondré remedio porque ya la tengo esperando junto con la cuarta.
Yo ya he leído el susurro de los muertos, y ya tengo en la estantería la voz de los muertos, tercera y cuarta novela publicadas al castellano. Me gusta mucho este autor
ResponderEliminarYo y la novela negra no somos muy amigas así que no creo que lo lea!
ResponderEliminarBesos!