Sinopsis Editorial:
En 1982, con apenas tres años, Samir fue abandonado por su madre en la playa de El Saler. Ella le vendó los ojos y le dijo: «no te muevas, vengo enseguida». Pero nunca lo hizo. Nadie supo por qué no regresó y aquel niño acabó en un centro de menores sin más identidad que su nombre y un puñado de recuerdos. Samir creció entre huérfanos y desheredados del mundo, pero con el decidido empeño de tener una oportunidad en la vida.
Treinta años después de que su madre lo olvidara en aquella playa, Samir ya no es un niño indefenso, sino capitán de la Policía Judicial de Valencia. Sin embargo, su pasado regresará a buscarlo misteriosamente. El hallazgo del cadáver de una mujer joven, asesinada horas antes en el mismo punto donde había sido abandonado de niño, no parecerá ser una casualidad. El hecho de que llevara su nombre y su número de teléfono, tampoco.
El capitán Santos iniciará una investigación que se convertirá en un puzle donde las piezas de su pasado y el de su madre acabarán siendo fundamentales para poder descubrir la verdad sobre aquel cadáver. Al fin y al cabo, en el fondo de su ser, Samir siempre había esperado aquello: que algún día su madre volviese a buscarlo.
Con la que está cayendo últimamente, y sin saber muy bien todavía cómo acabará todo esto, reconozco que me pongo a leer y me distraigo con mucha facilidad, así que estoy intentado elegir lecturas que me atrapen, argumentos que me inviten a sumergirme por unas horas en su historia y autores con los que hasta ahora siempre he acertado, así que hoy os cuento qué me ha parecido esta novela que ha cumplido exactamente con lo que yo quería porque desde el capítulo uno la intriga está servida, aunque tengo que confesar que era algo con lo que ya contaba puesto que las dos novelas anteriores del autor (
La tierra del viento y
Nadie sabrá de mí) también me gustaron mucho.
La novela comienza situándonos en la playa de El Saler (Valencia) donde una madre está dejando a su hijo en la playa con los ojos tapados con un pañuelo, mientras le pide que no se mueva porque ella volverá enseguida a buscarlo (podéis escuchar cómo comienza
AQUÍ). El niño obedece y espera, pero con el paso de las horas quien acaba llegando es la Guardia Civil porque de su madre nada se sabe.
Más de tres décadas después, aparece una mujer asesinada en el mismo sitio en el que aquel niño fue abandonado. En su bolsillo encuentran un papel con un nombre y un teléfono, el del Capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil, Samir Santos... el niño que fue abandonado en esa playa en 1982.
Con esta premisa, es evidente que la novela nos llevará por un lado a descubrir quién ha matado a esa mujer y por otro a rellenar ese espacio de varias décadas que ha llevado a Samir de ser aquel niño abandonado hasta el Capitán de la Policía Judicial que es en la actualidad y aquí entran en juego la diferentes líneas temporales que irán alternándose tanto en escenarios como en fechas y que poco a poco irán dando la vuelta a las diferentes piezas de un puzle hasta que finalmente todo quede perfectamente encajado.
La novela se divide en tres partes más un epílogo:
EL SALER
Que es la parte inicial donde ocurre lo que os acabo de contar y desde donde arranca la novela.
LOS DESHEREDADOS
Que es la parte más extensa del libro y donde el autor nos llevará al pasado de los personajes. Por un lado viajaremos a 1978 a Damasco donde conoceremos los hechos que llevaron a Anisa, la madre de Samir, a salir de su país en Siria para viajar a España y su vida hasta el momento en el que deja al niño en la playa. También nos moveremos en los años noventa por Alzira para saber qué fue de Samir, que acabó en un centro de menores de esa ciudad, y conoceremos también a algunos de los personajes secundarios del libro, como Delacroix, que fue para él lo más parecido a la figura de un padre, su amigo Marc, o Isabel. Veremos cómo creció, cómo se fue forjando su personalidad con la ausencia de esa madre y de toda su identidad y por último nos quedaremos en Valencia en la actualidad para ir viendo cómo va la investigación de la mujer asesinada. En esta parte de la novela también queda muy bien reflejada la ambientación de los años 80/90 con referencias musicales, cinéfilas o televisivas y noticias de aquella época que os van a sonar mucho a todos.
Y por último, TIEMPO DE VOLVER, que es la parte donde todas las piezas acaban encajando y donde todos los secretos son desvelados.
Como os decía antes, esta es la tercera novela que leo de este autor y una de las cosas que más me gustan es que las tres me han parecido muy diferentes, aunque es cierto que esta tiene en común con la anterior esos saltos en el tiempo, que sé que a mucha gente le descolocan pero que a mí personalmente me gustan mucho. Además están muy bien marcados sin que pierdas el hilo de la historia en ningún momento.
En esta novela el autor se lanza a resolver dos misterios, la historia personal de su protagonista y un crimen, por lo que además de ser una novela de narrativa contemporánea, se codea también con el thriller y la novela negra, haciendo que la lectura resulte de lo más interesante.
La historia de Anisa es realmente dura pero la de Samir también, no se puede negar. Él adoraba a su madre y la pierde "de repente" perdiendo por completo su ubicación en el mundo, se queda sin su guía, sin la persona que más quiere y a pesar de que vemos que es un niño con buen corazón, crece teniendo la sensación de no encajar en ningún lugar, sufriendo el rechazo de sus compañeros en el colegio y en la adolescencia, aunque se mantiene firme en su propósito de llegar a ser policía.
Algo que también le carcome por dentro es saber qué ocurrió realmente, ¿de verdad su madre lo abandonó? ¿Vive ella tan feliz en otro lugar o quizás le ocurrió algo? Esa incertidumbre es algo que lleva muy dentro, que vuelve a él en sueños cada noche y que no le ha dejado encontrar una estabilidad en su vida personal, pero ahora, con el hallazgo de esa mujer en la playa y la ayuda de su compañera en la Guardia Civil, la teniente Amparo Ochoa, intentará resolver de una vez por todas las incógnitas que han rodeado su existencia.
La verdad es que esta novela es una historia con un gran carga emocional, aunque está narrada en tercera persona, a lo largo de todo el libro nos meteremos también en la mente del protagonista, en sus más íntimos pensamientos desde donde nos hará sentir el dolor de esta ausencia en su vida, pero no vayáis a pensar que es una historia lacrimógena, es cierto que tiene momentos duros y emocionantes, pero lo importante es que Samir es un personaje que me ha gustado mucho porque a pesar de su infelicidad, de las decepciones que se ha llevado en la vida, es un hombre íntegro en la actualidad y mientras leía, deseaba que encontrara todas las respuestas que buscaba y que por fin pudiera encauzar su vida en otra dirección. En cuanto a lo que le ocurrió a la mujer de la playa, yo me iba haciendo mis propias cábalas, pero debo decir que solo lo adiviné "a medias".
Como dice se dice en un momento de la novela "Así se escribía su niñez: un abandono y una casualidad" y realmente es cierto, la casualidad, un cambio de planes a última hora, puede hacer que la vida cambie totalmente en un momento y en este caso así fue para Anisa y Samir, convirtiendo la vida de este en una constante búsqueda para entender quién fue y quien es en la actualidad.
Sobre la edición de la novela, que es algo que no suelo comentar, tengo que decir que la portada me gustó mucho desde el primer momento, pero tras la lectura creo que todavía me ha gustado más.
Es como si el niño que aparece en la misma representara al Samir niño y el hombre que aparece en la contraportada al Samir adulto y por ponerle un “pero”, diría que el tamaño de la letra que han elegido para la novela se me ha quedado un poco pequeño, la verdad y no sé qué tipo de letra es la que se ha utilizado no me ha acabado de convencer, aunque esto claro, es algo que tiene mucho que ver con el gusto personal de cada uno.
Ha sido un placer volver a leer otra novela de este autor, que, al menos de momento, me va conquistando con sus historias, tan llenas siempre de emociones y sentimientos.
La memoria se convierte en un caleidoscopio cuando pasan los años y las imágenes se repiten, se deforman y se acaban transformando.