AUTOR: Santiago Posteguillo
192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de
reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en algo más
ambicioso: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un
emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano y los
gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado:
Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo
retiene a sus esposas para evitar su rebelión y Julia, la mujer de
Severo, se convierte así en rehén.
De pronto, Roma arde. Un incendio asola la ciudad. ¿Es un desastre o
una oportunidad? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte por el
poder. Creen que la partida está a punto de empezar. Pero para Julia la
partida ya ha empezado. Sabe que solo una mujer puede forjar una
dinastía.
Sinopsis "Y Julia retó a los dioses":
Mantenerse en lo alto es mucho más difícil que llegar. Julia está en la cúspide de su poder, pero la traición y la división familiar amenazan con echarlo todo a perder. Para colmo de males, el médico Galeno diagnostica que la emperatriz padece lo que él, en griego, llama karkinos, y que los romanos, en latín, denominan cáncer. El enfrentamiento brutal entre sus dos hijos aboca la dinastía de Julia al colapso. En medio del dolor físico y moral que padece la augusta, cualquiera se hubiera rendido. Se acumulan tantos desastres que Julia siente que es como si luchara contra los dioses de Roma. Pero, en medio del caos, una historia de amor más fuerte que la muerte, una pasión capaz de superar pruebas imposibles emerge al rescate de Julia. Nada está perdido. La partida por el control del imperio continúa.
Hace años que tenía pendiente estrenarme con las novelas de Posteguillo, un autor que confieso no había leído por por pura pereza. Os he
dicho muchas veces que la novela histórica me gusta mucho, pero por algún
motivo me suele costar arrancar con este género, además, normalmente suelen
ser tochitos hermosos. Si a todo esto añadimos romanos, la pereza sube
puntos y sinceramente no sabría decir por qué.
El caso es que cuando "Yo, Julia" ganó el Premio Planeta en 2018
pensé que sería una novela auto conclusiva, y aunque tenía en casa dos
trilogías de Posteguillo, decidí comprarlo para estrenarme con el autor, aunque
finalmente se quedó en la estantería y antes de que me animara a leerlo...
¡zás!... salió la segunda parte "Y Julia retó a los dioses", pero bueno... como todo tiene su momento cuando vi que ambos libros estaban entre las novelas que podía escuchar en Audible me animé, eso sí, como siempre, combinando audio con papel y .... ¡qué dos novelones oiga! Me lo he pasado genial
tanto escuchando como leyendo y ya estoy echando de menos a la emperatriz, a los emperadores que han pasado por delante de mis ojos, a las guardias pretorianas, a las legiones, a los prefectos y al interesantísimo Galeno.
Cuando comienza
"Yo, Julia" (finales de 191 d.C.) el emperador de Roma es
Cómodo, hijo de Marco Aurelio y allí y lejos de su marido Septimio Severo,
gobernador de Panonia Superior, viven Julia Domna y sus dos hijos. Retener a
las familias de los gobernadores en Roma bajo "vigilancia", era un buen
método para que éstos se mantuvieran fieles al emperador, pero Cómodo no era
un buen emperador y al final pagará con su vida su tiranía. Cuando el poder
pasa a manos de Pertinax, Julia Domna, que le augura un dudoso futuro al
nuevo emperador, decide que es el momento de salir de Roma y viajar al lado
de su marido que escucha y valora todo lo que ella dice. Julia tiene grandes planes para Septimio y aunque se sabe vigilada,
consigue engañar a todo el mundo y salir de Roma con su familia.
Todo lo que va a vivir Julia Domna desde el momento en que se sube a una
barcaza para marcharse de Roma y viajar hasta Panonia, hasta que termina la
novela, es imposible de contar aquí y además sería una pena hacerlo, pero ya
os digo que ha sido una lectura fabulosa.
Me lo he pasado pipa con el primer libro y aunque confieso que le tenía "miedito" a las escenas de batallas
porque sabía de sobra que me las iba a encontrar, me han resultado también
de lo más entretenidas y me dejaron con tantas ganas de seguir leyendo sobre ella, que solamente intercalé otro libro antes de volver a encontrarme con la dinastía Severa en una segunda novela donde las intrigas y las luchas son mucho más internas, donde las envidias, los asesinatos, las manipulaciones y las ansias de poder ponen en jaque la inteligencia de una mujer que luchará hasta más allá de la muerte por conservar lo que tanto trabajo costó conquistar. Además en esta segunda novela asistiremos a una serie de reuniones de lo más interesantes entre los dioses romanos. Unos están a favor de Julia y otros en contra y las decisiones que en esos encuentros se toman tendrán mucho que ver con lo que vaya ocurriendo.
Pero hablemos de Julia, ¡qué mujerón! ¡qué mente más privilegiada! y ¡qué
maravilla! saber que no solo era una mujer florero. Es cierto que
Julia, de origen sirio, era bella y exótica y muchas mujeres (me estoy
acordando de la amiga Salinatrix) la miraban con auténtico desprecio, pero
supo conquistar a su esposo cuando él todavía estaba casado con su primera
mujer y acabó casándose con él, con el hombre que amaba siendo totalmente
correspondida, algo que no era muy habitual en la época y sobre este
tema también un capítulo de lo más interesante en la primera novela.
Su inteligencia combinada con el gran estratega militar que era su marido
les hizo ganar muchas batallas en una época en que no era fácil saber en
quién se podía confiar. Aquí el que no vendía a su madre, vendía a su padre
¡madre mía! ¡quién quería amigos en aquellos tiempos! Qué manera de
conspirar y planear por la espalda traiciones y asesinatos siempre pensando
en el poder, la ambición y sobre todo en vestir la capa púrpura del
Emperador.
No me puedo imaginar lo que se habrá documentando este hombre sobre Julia Domna. Siempre he oído
que Posteguillo es un experto en la historia de Roma y yo desde luego no me
he puesto a contrastar datos, porque como os decía al principio la época
romana no me llama especialmente, pero sí ha conseguido que bucee por
internet para buscar más detalles históricos sobre diferentes personajes y
eso para mí significa, simplemente, que el autor lo ha hecho muy bien bien, no
solo ha logrado que me interese por una época histórica que no me llama
demasiado, sino que me he divertido muchísimo escuchando y leyendo estas novelas.
Me ha encantado como mezcla realidad y ficción haciendo que todo
fluya perfectamente sin aburrir en ningún momento a pesar de la gran
cantidad de datos históricos que va aportando durante la narración y
sinceramente he sido la primera sorprendida en haber disfrutado tanto, y por eso me puse manos a la obra con la segunda parte, además no quería olvidar los detalles y sobre todo los nombres y la posición
de cada personaje en la historia.
Que conste que todos los personajes me han parecido buenísimos, pero uno que me ha gustado muchísimo, aparte de Julia, es Galeno, narrador de la historia de Julia a través de un diario secreto y testigo de todas las vicisitudes por las que pasa esta mujer y su familia, de las decisiones que va tomando, y fiel servidor de la familia imperial, aunque eso sí, por un buen motivo, y es que Galeno persigue una serie de libros "prohibidos" donde se describe el cuerpo humano por dentro, porque él está convencido de que abrir un cuerpo tras su muerte sería de gran utilidad para aprender mucho más, pero eso es algo impensable en la época y aún así dedicará su vida a la búsqueda de esos manuscritos, siempre con la autorización por escrito del emperador de Roma.
Ambas novelas tienen un ritmo trepidante y muy fluido que logra
mantener el interés del lector con esa tensión sin altibajos a lo largo de
todo la narración y es imposible no caer rendido ante esta Julia, esta
inteligente mujer sin la que Septimio Severo y sus descendientes, y además estoy convencida de ello, no
habrían logrado ni la mitad de lo que va logrando en su vida.
Haber leído esta bilogía, me ha animado a buscar más libros de Posteguillo para leer y escuchar a la vez y ya he visto que en Audible está también la trilogía de Trajano, así que ahora, que parece que le he perdido el miedo a los romanos, lo mismo me animo pronto a repetir.
No luchamos por un imperio, esposo mío. Luchamos por una dinastía. Y no por que nuestra familia entronque con la dinastía que empezó con Nerva y Trajano y luego siguió con los divinos Antonino y Marco Aurelio, por mucho que hayamos llamado a nuestro hijo mayor Antonino. No, solo por eso no merece la pena todo este esfuerzo, todas estas guerras, toda esta lucha. Mi objetivo... —se corrigió de inmediato—, nuestro objetivo es el de instaurar una nueva dinastía imperial, nuestra dinastía.