AUTOR: Jojo Moyes
EDITORIAL:Plaza & Janés
Sinopsis Editorial:
Otra relación rota y un nuevo amor: es la historia de siempre en la vida de Kate. Sin embargo, no quiere que la situación afecte a su hija Sabine y, sin consultárselo, la envía a casa de sus padres en Irlanda.
Joy y Edward acogen a esta adolescente inquisitiva y problemática, que se niega a adaptarse a un mundo tan rural y tan alejado de su barrio londinense. Y si para Sabine sus abuelos resultan ser unos perfectos desconocidos, para Joy la presencia de su nieta es un revulsivo que la obliga a recuperarse del pasado y enfrentarse a él.
Joy, Kate y Sabine deberán abrir sus corazones, aunque ello las fuerce a romper su silencio, a desvelar sus secretos, a aceptar la verdadera naturaleza del amor y a ahondar en las relaciones no siempre fáciles entre madres e hijas.
Jojo Moyes fue la autora propuesta para leer durante el mes de Mayo en el "Club de Lectura de la Sala de Espera" y de las novelas que tenía en casa solo me faltaban dos por leer, una "Regreso a Irlanda" de la que os hablaré ahora y la tercera parte de "Yo antes de ti", que después de lo poco que me gustó la segunda entrega, solo la compré cuando la encontré de segunda mano y por completar la trilogía, pero ya veremos si al final lo leo o no.
Me estrené con esta autora con el ahora archifamoso "Yo antes de ti" y me encantó. Me reí con ese libro lo que no está escrito por no hablar de lo que lloré, así que aunque personalmente consideraba que no le hacía falta una segunda parte, caí como una tonta en cuanto se publicó y ... ¡menudo chasco! Luego leí "La chica que dejaste atrás" y "Uno más uno" y también me gustaron mucho. "Hasta siempre mi amor" o "La última carta de amor" (dependiendo de la edición que tengáis), no me acabó de convencer y me temo que con este "Regreso a Irlanda" he vuelto a tropezar, porque la verdad me ha dejado totalmente indiferente y fijaros que casi prefiero que no me guste nada a que me deje indiferente porque tengo la sensación de haber perdido el tiempo.
Nunca ha llegado a interesarme la historia de ninguna de las tres protagonistas Joy, Kate y Sabine (abuela, madre e hija) y tampoco me ha gustado la forma de ser de ninguna de ellas. Últimamente he tropezado con varias lecturas donde no he conseguido empatizar con los personajes y la verdad, eso me fastidia bastante.
La novela comienza con un prólogo que nos presenta a Joy justo el día de la coronación de la reina de Inglaterra en 1953. Desde las primeras páginas ya vemos que tiene un carácter muy particular, claro que su madre no se queda atrás. Ese día será especial para ella, porque conocerá a Edward y en apenas 48 horas decidirán que son tal para cual y fijarán la fecha de su boda. Tras este insólito y breve noviazgo, saltamos en el tiempo y aterrizamos en Londres en 1997.
Aquí nos encontramos a una Sabine de dieciseis años (¡ay, difícil edad!) muy enfadada con Kate, su madre. Kate, que acaba de romper con su última pareja (y ya van unas cuantas) "invita" a Sabine a trasladarse a Irlanda a casa de sus abuelos (Edward y Joy). Edward no está demasiado bien y Kate cree que Sabine podrá echar una mano a su abuela y mientras ella intenta recomponer su vida con Justin, un nuevo novio, pero Sabine, que no soporta al nuevo, solo tiene la sensación de que su madre se quiere deshacer de ella para tener la casa a su entera disposición. Cuando llega a Irlanda tampoco siente que la reciban muy cordialmente y encima ni tiene internet ni una mísera televisión (¡se acabó el mundo!).
Si Kate me ha parecido un personaje inmaduro ni os cuento Sabine, aunque a ella se le puede "medio perdonar" por la edad, pero es que Joy tampoco es un personaje demasiado cercano, me ha parecido fría y siempre marcando las distancias. Da la sensación de que solo puede demostrar cariño a sus caballos y perros y Sabine siente que el tiempo se le va a hacer eterno hasta poder regresar a Londres. Menos mal que hay un par de personajes en la historia que sí han valido la pena: la señora H, que se encarga de los quehaceres en la casa de los abuelos de Sabine y Thom, que trabaja también allí, pero encargándose de los caballos.
Está claro que lo que las tres tienen en común es sobre todo la falta de comunicación. Kate era muy joven cuando dejó su casa en Irlanda y apenas ha mantenido el contacto con sus padres, por lo tanto Sabine tampoco conoce demasiado a sus abuelos y gracias al tiempo que pasará allí irá descubriendo a la vez que el lector la historia de sus estos (que tampoco me ha parecido nada del otro mundo) y quizás también empezará a entender a su madre.
Como os decía no ha sido una lectura que me haya gustado demasiado. Me ha faltado emoción, sentimientos, sentir a los personajes más cercanos, no sé... creo que la habría abandonado si no fuera porque era una lectura para el Club, pero bueno, no pasa nada. A su favor diré que no es difícil de leer ya que Moyes escribe bien, es una lectura ligera pero habría sido mucho más agradable de haber podido "conectar" con alguna de sus protagonistas. En fin, una novela más donde los secretos y los malos entendidos acaban condicionando el futuro de unos personajes que no se van a quedar en mi cabeza mucho tiempo.
Puedes leer un fragmento de "Regreso a Irlanda" AQUÍ
Joy y Edward acogen a esta adolescente inquisitiva y problemática, que se niega a adaptarse a un mundo tan rural y tan alejado de su barrio londinense. Y si para Sabine sus abuelos resultan ser unos perfectos desconocidos, para Joy la presencia de su nieta es un revulsivo que la obliga a recuperarse del pasado y enfrentarse a él.
Joy, Kate y Sabine deberán abrir sus corazones, aunque ello las fuerce a romper su silencio, a desvelar sus secretos, a aceptar la verdadera naturaleza del amor y a ahondar en las relaciones no siempre fáciles entre madres e hijas.
Jojo Moyes fue la autora propuesta para leer durante el mes de Mayo en el "Club de Lectura de la Sala de Espera" y de las novelas que tenía en casa solo me faltaban dos por leer, una "Regreso a Irlanda" de la que os hablaré ahora y la tercera parte de "Yo antes de ti", que después de lo poco que me gustó la segunda entrega, solo la compré cuando la encontré de segunda mano y por completar la trilogía, pero ya veremos si al final lo leo o no.
Me estrené con esta autora con el ahora archifamoso "Yo antes de ti" y me encantó. Me reí con ese libro lo que no está escrito por no hablar de lo que lloré, así que aunque personalmente consideraba que no le hacía falta una segunda parte, caí como una tonta en cuanto se publicó y ... ¡menudo chasco! Luego leí "La chica que dejaste atrás" y "Uno más uno" y también me gustaron mucho. "Hasta siempre mi amor" o "La última carta de amor" (dependiendo de la edición que tengáis), no me acabó de convencer y me temo que con este "Regreso a Irlanda" he vuelto a tropezar, porque la verdad me ha dejado totalmente indiferente y fijaros que casi prefiero que no me guste nada a que me deje indiferente porque tengo la sensación de haber perdido el tiempo.
Nunca ha llegado a interesarme la historia de ninguna de las tres protagonistas Joy, Kate y Sabine (abuela, madre e hija) y tampoco me ha gustado la forma de ser de ninguna de ellas. Últimamente he tropezado con varias lecturas donde no he conseguido empatizar con los personajes y la verdad, eso me fastidia bastante.
La novela comienza con un prólogo que nos presenta a Joy justo el día de la coronación de la reina de Inglaterra en 1953. Desde las primeras páginas ya vemos que tiene un carácter muy particular, claro que su madre no se queda atrás. Ese día será especial para ella, porque conocerá a Edward y en apenas 48 horas decidirán que son tal para cual y fijarán la fecha de su boda. Tras este insólito y breve noviazgo, saltamos en el tiempo y aterrizamos en Londres en 1997.
Aquí nos encontramos a una Sabine de dieciseis años (¡ay, difícil edad!) muy enfadada con Kate, su madre. Kate, que acaba de romper con su última pareja (y ya van unas cuantas) "invita" a Sabine a trasladarse a Irlanda a casa de sus abuelos (Edward y Joy). Edward no está demasiado bien y Kate cree que Sabine podrá echar una mano a su abuela y mientras ella intenta recomponer su vida con Justin, un nuevo novio, pero Sabine, que no soporta al nuevo, solo tiene la sensación de que su madre se quiere deshacer de ella para tener la casa a su entera disposición. Cuando llega a Irlanda tampoco siente que la reciban muy cordialmente y encima ni tiene internet ni una mísera televisión (¡se acabó el mundo!).
Jojo Moyes. Fotografía de thetimes.co.uk |
Está claro que lo que las tres tienen en común es sobre todo la falta de comunicación. Kate era muy joven cuando dejó su casa en Irlanda y apenas ha mantenido el contacto con sus padres, por lo tanto Sabine tampoco conoce demasiado a sus abuelos y gracias al tiempo que pasará allí irá descubriendo a la vez que el lector la historia de sus estos (que tampoco me ha parecido nada del otro mundo) y quizás también empezará a entender a su madre.
Como os decía no ha sido una lectura que me haya gustado demasiado. Me ha faltado emoción, sentimientos, sentir a los personajes más cercanos, no sé... creo que la habría abandonado si no fuera porque era una lectura para el Club, pero bueno, no pasa nada. A su favor diré que no es difícil de leer ya que Moyes escribe bien, es una lectura ligera pero habría sido mucho más agradable de haber podido "conectar" con alguna de sus protagonistas. En fin, una novela más donde los secretos y los malos entendidos acaban condicionando el futuro de unos personajes que no se van a quedar en mi cabeza mucho tiempo.
Puedes leer un fragmento de "Regreso a Irlanda" AQUÍ