(Leído en Agosto 2009) Nº60
Comentario, Crítica, Opinión
¡Ay! Cuánto hubiera aprendido yo en la escuela con libros como este. Que sin dejar de explicarnos con claridad lo que ocurrió en este país no hace tanto, se hace tan ameno y en ocasiones muy muy divertido, gracias al sentido del humor del autor, a pesar de estar tratando temas como el hambre o la miseria que sufrió España durante la posguerra. Fantástica lección de historia para los que como yo nunca tenían tiempo durante el curso escolar de llegar a las páginas finales de los libros de historia. Aquí podremos leer los que ocurrió en este país desde el año 39 al 52.
La verdad es que no había leído nada de Eslava Galán, ni siquiera bajo el seudónico de Nicholas Wilcox (aunque tengo uno en casa) y ahora descubro que quizás debiera haber empezado leyendo “Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie”, que sería el orden correcto de lectura.
Tengo que reconocer que me he reído un montón con perlas como:
“Las mujeres se dividen en decentes y perdidas (...) La mujer decente usa faja y medias incluso en verano, no cruza jamás las piernas, encorva la espalda para disimular los pechos (...) La ropa interior de la mujer decente es blanca o beis, sólo las perdidas la usan de otro color, negra o roja. Lo mismo cabe decir del cabello: La mujer que lo luce largo y suelto es una perdida como las de Hollywood. La decente lo lleva recogido en moño (...)”
Aviso que yo entro en el campo de las perdidas e indecentes. Soy muy propensa a los escotes y ya no digamos a las melenas Hollywodienses. ¡ja, ja!. Lo de sustituir la palabra “rojo” por “colorado/a” ¡pa morirse oiga! ¡Pobre caperucita!. Lo de cambiar las letras de los cuplés, otra idea genial del régimen:
Un ejemplo, cambiaremos: “Apoyá en el quicio de una mancebía...” por “Apoyá en el quicio de mi casa un día...”
En fin montones de cosas de este estilo, aderezadas con anuncios comerciales de la época.
“Tinte de ropa sin planchar a mitad de precio. LUTOS en 24 horas. Tintorería La Esmerada, plaza del General Mola, 6, Madrid.”
“¡EN 5 MINUTOS y sin huevos! Se hacen los más exquisitos postres con Cremadita (flanes, cremas, natillas, helados, pudines). 40 céntimos el sobre. Ración para cuatro personas. Venta en ultramarinos.
“Dentífrico Denticlor. El que usa la princesa Cunegunda que enamoró al trovador. (Venta en los mejores establecimientos y en perfumerías.)”.
y describiendo a Franco (Paquito) en distintos momentos del libro como bajito, rechoncho (lo cual traía a los fotógrafos de la época por la calle de la amargura, porque al carecer del hoy magistral photoshop, el dictador salía tal cual era en las fotos, mientras que los pintores, se esmeraban en pintarlo alto y esbelto, ¡je, je ¡qué listos ellos!), alopécico, con complejo de inferioridad al compararse con sus hermanos, con voz monótona, atiplada, astuto pero no inteligente... De verdad ¡la monda!
El libro tiene montones de fotografías que hacen aun más amena esta lección de historia.
Yo he disfrutado un montón leyéndole a mis padres fragmentos y la verdad es que ellos a pesar de haber vivido todavía una parte de esta época también se han reído mucho.
Digno de ver a mi madre intentando cantarme el Cara al sol entero y a mi padre recordar cuando era pequeño y conseguía sisarle unas fresas al párroco franquista que de aquella había en la aldea, y así mitigar ese hambre de ratas que tantas veces comentan que pasaron y ya no digamos mis abuelas (a mis abuelos nunca los conocí). Me hubiera encantado leerles partes de este libro a ambas, seguro que con la abuela Carmen me hubiera partido de risa, pero... ya no están.
Mi madre también recordaba, en relación al párroco anteriormente comentado, que era más malo que la tiña, y que molía a palos, al “tonto” del pueblo cada vez que lo veía solo por ahí, porque cantaba mucho mejor que él. De hecho el pobre chico ya se ponía al final de la iglesia para salir volando una vez terminaba el sermón.
Bueno, lo que quiero es recomendar esta lectura. Creo que le gustará a casi todo el mundo y a los que le gusta el tema histórico aún más (estoy pensando en el blog "La historia en mis libros" de
Eva). Entraremos en burdeles, en iglesias, en las casas de los ricos y de los pobres, veremos qué les sobra a unos y que les falta a los otros. Conoceremos el origen de temas tan populares como “Tengo una vaca lechera...” o asistiremos al nacimiento de tiendas que hoy día son gigantescas cadenas (El Corte Inglés) y sabremos quién escribía aquellas novelas de vaqueros que mi abuela cambiaba en la librería con una frecuencia alucinante.
Está muy bien documentado. Casi se puede decir que es un libro de libros, con un total de 484 notas a pie de página que complementan los datos. Yo creo que el autor no toma parte por ningún bando, simplemente se limita a plasmar algo que ocurrió o que dejamos que ocurriera. Veremos en estas hojas, como los ricos se hicieron aún más ricos y las dificultades de una población cuyo problema principal era el hambre y la miseria(aunque eso también hizo agudizar el ingenio de muchos), todo ello aderezado con la vida personal de Franco, casado con doña Carmen y atado en “corto” por ésta, veremos su envidia hacia Evita Perón (no me extraña, por cierto. Hay que ver las fotos) y su estrategia para gobernar el país, su flirteo con Hitler y ese tira y afloja para no llegar a entrar en guerra y así no cabrear a los ingleses, y su esfuerzo por mantener alejado de España a Don Juan que anhela ocupar el trono del país y del que también nos contará cosas muy personales.
En fin que animo a todos a su lectura, sobre todo si no tenéis en la familia alguien que os pueda contar su experiencia personal de la época.