4 may 2022

Hambre (Åsa Ericsdotter)

TÍTULO: Hambre
AUTOR: Åsa Ericsdotter
EDITORIAL: Ediciones B

Sinopsis Editorial: 

El primer ministro de Suecia ha emprendido una política radical: erradicar la obesidad y el sobrepeso de la población. El objetivo es un país libre de grasa, y los métodos para conseguirlo son cada vez más expeditivos.

Landon, un joven historiador, huye lejos de la ciudad para intentar evadirse de sus fracasos personales y del horror que vive su país. Un día conoce a Helena —quien, acompañada de su hija de ocho años, también huye de la presión cada vez mayor— y ambos empiezan a tejer una relación.

Cuando ella desaparece en misteriosas circunstancias, Landon se promete a sí mismo que la encontrará aunque para conseguirlo tenga que arriesgar la vida. 

"Hambre" es una novela que se publicó el año pasado, pero que sin embargo no he visto mucho (por no decir nada) en redes sociales. A mí me llamó la atención su sinopsis y hoy os cuento un poco qué me ha parecido.

De entrada diría que es una historia escalofriante y pensar en que algo así pueda ocurrir en realidad es aterrador. Ya sabemos que la mente humana es capaz de muchas cosas buenas, pero también de las peores, así que imaginar que por un momento vivimos en una sociedad como la sueca de esta novela pone los pelos de punta.

¿Os imagináis ser unos buenos profesionales en vuestro campo de trabajo pero que por sobrepasar el IMC (Índice de masa corporal) impuesto por ley os quedéis en la calle? ¿Os imagináis perder vuestra casa porque en la comunidad vecinal donde vivís no se aceptan "gordos"? y lo pongo entre comillas porque muchas de las personas que en la novela se consideran gordas están perfectamente sanas y apenas superan su peso ideal... Efectivamente, es horrible.

Lees y da escalofríos pensar en lo fácil que es manipular a una sociedad (o rebaño), lo fácil que es imponer una idea como buena y poco a poco transformar a una sociedad más o menos feliz en otra que se obsesiona en perder peso, en algunos casos hasta límites mortales, hasta llegar a convertirla en una sombra de lo que fueron. Evidentemente, no todo el mundo estará de acuerdo con la política de Salud de Johan Svärd, el primer ministro, e intentando huir de un país que ya no reconoce como suyo, tenemos a Landon, que tras intentar convencer a su novia de que se está matando poco a poco con esa obsesión por adelgazar hasta transformarse en un esqueleto con piel, acaba dejándola y marchándose a una vieja casita de verano en Kavarö desde donde puede seguir trabajando como investigador en el área de estudios norteamericanos. Además su IMC es de 41 y no tiene muy claro qué le pasara si lo supera.

El Instituto de Nutrición se había dado cuenta de que la vieja medida de la obesidad, el IMC, daba resultados demasiado generosos. La gente alta podía librarse. [...] El índice de grasa muscular del Partido de la Salud se había convertido en su mejor arma. El índice de grasa muscular era lo que decidía la idoneidad profesional de cada cual. Un IGM superior a 42 te descalificaba para cualquier trabajo de funcionario

En Kavarö se encontrará con Helena y su hija, que también ha dejado su casa en la ciudad porque ni los niños se libran del acoso del gobierno y empiezan a recomendar reducciones de estómago en aquellos que no adelgazan de ninguna otra forma, sin preocuparles lo peligroso que puede ser una operación de este tipo en niños tan pequeños.

Åsa Ericsdotter
Fotografía de www.nordinagency.se
Tanto Landon, como Helena y la niña, tendrán la efímera sensación de que en Kavarö todo es posible, de que allí no les puede alcanzar la locura de un país doblegado por un gobierno obsesionado con convertir Suecia en el país más delgado de Europa, pero los datos de adelgazamiento se van frenando porque todavía hay una parte de la población que no adelgaza porque no puede o directamente no quiere y el primer ministro pondrá en marcha una expeditiva solución que acabará por incluir en ella a Helena, pero Landon no está dispuesto a permitirlo. En su búsqueda de Helena descubrirá aquello que preferiría no haber sabido, y está dispuesto a lo que sea para que el resto del  mundo lo sepa.

"Hambre" es una lectura distópica, difícilmente creíble (gracias a Dios), pero igualmente perturbadora y desasosegante que refleja perfectamente a lo que llevan las políticas totalitarias.

A mí me ha gustado mucho, creo que la autora ha sabido meternos en las mentes de los personajes y ver todo lo que ocurre desde distintos puntos de vista, tenemos a Johan Svärd, el primer ministro, un mago persuadiendo a la población de que están ante una catástrofe galopante de obesidad y que de seguir así dentro de poco uno de cada tres suecos será obeso.

La promesa electoral del Partido de la Salud era convertir a Suecia en el país más delgado de Europa. Antes de que su mandato terminase, todos deberían haberlo conseguido. Incluso teniendo en cuenta las circunstancias atenuantes, no podía ir a unas elecciones con medio millón de gordinflones como lastre.

Tenemos a Landon y su novia Rita, él sufre porque no entiende cómo han llegado a esa situación y no es capaz de ayudarla y ella sufre porque cree que con 49 kilos todavía no ha adelgazado lo suficiente y puede perder su puesto de profesora, como le ocurrió a su antecesora, Gloria, una reconocida y reflexiva escritora a través de cuyos ojos veremos algunas de las peores y más duras escenas de la novela.
La idea de convertir la obesidad en una patología se fundamentaba en unos valores morales parecidos a los que antaño estaban detrás de la tesis que consideraba la homosexualidad como una enfermedad. La mujer hambrienta y rebelde que era quemada en la hoguera a lo largo de la historia.

Tenemos a Helena, que además de su propio sobrepeso, debe vigilar el de su hija y vive con el miedo en el cuerpo por lo que le puedan obligar a hacer

La primera vez que Helena oyó hablar de la reforma educativa había dado por hecho que se trataba de un bulo de mal gusto. El nuevo currículum era un proyecto demente. Las asignaturas fundamentales quedaban mutiladas. Todos los alumnos de Suecia iban a tener gimnasia y ciencias de la salud por las tardes, y se aumentaban las horas para las clases especiales. Era una solución temporal, había prometido Johan Svärd; «situaciones excepcionales requerían soluciones excepcionales», etc. En cuanto los niños afectados alcanzaran el peso aceptable, volverían a las clases normales

Tenemos a HC, amigo de la infancia de Svärd, al que conoce muy bien (o eso cree él), el único que se atreve a decir lo que piensa sin pelos en la lengua y también tenemos a Gary Stahlberg, un viejo periodista americano, que representa al resto del mundo en cómo se percibe desde otro país lo que Suecia está "vendiendo", por lo que le es imposible creer las palabras de Landon le cuenta.

Para mí ha resultado ser una lectura muy ágil y entretenida, que me ha tenido bastante enganchada a la trama. Es un historia inquietante, con suspense, que te hace pensar en cómo nos dejamos manejar muchas veces con la idea de un "iluminado" (lo que toda la vida hemos llamado lavado de cerebro) que lo que consigue al final, a mi modo de ver, es una sociedad totalmente enferma, con muchos más problemas de salud que los que tenían antes de que Svärd llegara al poder.

Una historia que consigue impactar en el lector, para reflexionar y debatir, que me ha gustado bastante más de lo que esperaba, la verdad.

1 comentario:

  1. No lo conocía pero me has dejado con ganas de leerlo 😍 gracias por la reseña. Besos

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