Expediente 64 (Jussi Adler-Olsen)

Expendiente 64 (Jussi Adler-Olsen)

Editorial: Maeva

Sinopsis:

Varias desapariciones ocurridas en los años ochenta ponen de nuevo en marcha a Carl Mørck. Su investigación lo conduce hasta Nete Hermansen, una mujer que ha hecho todo lo posible por ocultar su trágico pasado hasta que este le vuelve a dar alcance. 

 Mientras Carl se enfrenta a las sombras de su propia existencia, y a los secretos de sus colaboradores Assad y Rose, deberá indagar en la historia del líder de un partido político de extrema derecha que defiende una siniestra ideología racista.

Las novelas de Adler-Olsen que componen la serie del Departamento Q y las de Camilla Läckberg son de los libros de novela negra que más enganchada me tienen y en cuanto salen a la venta me abalanzo literalmente sobre ellas. ¿Qué tienen de especial? Para mí son adictivas. Es ponerse a leer y no parar. Es raro que me duren más de un par de días. Una injusticia teniendo en cuenta lo que hay que esperar a que las publiquen, pero bueno, se lo perdonamos por el buen rato que hacen pasar.

En esta cuarta entrega, como ya nos tiene acostumbrado el autor, la novela arranca con un breve pero potente prólogo, que deja al lector irremediablemente enganchado a la historia. Nos encontramos en 1985. Se está celebrando una fiesta donde se encuentra Nete Hermanson con su esposo. Todo parece ir bien hasta que alguien del pasado de Nete aparece y menciona algo ante el marido de ésta que él desconocía. En menos de cinco minutos, la vida que Nete había construido al lado de su marido se va al traste y tras marcharse de la fiesta ambos acaban cayendo por un barranco. Tras este breve prologo, nos trasladamos a la actualidad (año 2010) donde el Equipo del Departamento Q está iniciando la investigación de cinco desapariciones ocurridas en el año 87 en el mismo día.

Al principio y como ocurre siempre, parece difícil relacionar ese prólogo con el caso que ha abierto el Departamento Q, pero sólo hay que tener paciencia. Un poquito de paciencia. Poco a poco las pistas llevarán a Carl Mork, y sus ayudantes Asad y Rose, hacia un hombre, alguien muy famoso en la actualidad por sus peligrosas ideas fascistas, alguien que se cree con el poder de decidir qué niños tienen derecho a nacer y cuales no, alguien cuyo nombre parece relacionado con la isla de Sprogø, una pequeña isla danesa, que antaño albergó un hospital psiquiátrico para mujeres, aunque la investigación les hace sospechar, que más bien era el lugar ideal para librarse de una mujer cuando "sobraba", independientemente de lo "loca" que pareciera. Hacer encajar todas las piezas de este rompecabezas no parece tarea fácil, pero como siempre poco a poco todo va encontrando su lugar y su explicación y una vez más el autor deja cerrados a la perfección todos los frentes abierto y con sorpresita final, de esas que te dejan con la boca abierta.

Mientras la investigación continúa, el lector volverá al pasado una y otra vez, para saber cuando, cómo, dónde y por qué desaparecieron todas esas personas y la tensión va subiendo a medida que avanzamos en la historia. Por supuesto, además de esta investigación que es la historia principal de la novela, se sigue avanzando, aunque eso sí, poquito a poco, en un caso que ya aparecía en la primera novela y en el que estuvo implicado Carl y a raíz del cual perdió a un compañero, quedando otro (Hardy) muy gravemente herido. Van apareciendo algunas pruebas, que en lugar de esclarecer los hechos, parece que los hacen todavía más confusos.

En cuanto a sus vidas personales, poquita cosa aporta el autor en esta historia, lo que me hace pensar que aún tenemos Departamento Q para rato. Carl parece mucho más estabilizado que el malhumorado y algo "vaguete" personaje que encontramos en el primer libro, gracias sobre todo a la relación que ha empezado a mantener con una mujer. En torno a Assad sigue creciendo el misterio. Personalmente es uno de mis personajes favoritos, aporta tanta gracia a estas historias que eso alivia muchas veces los terribles actos que se ocultan tras las investigaciones que llevan a cabo. Evidentemente es uno de los personajes más interesantes y estoy deseando saber muchas cosas sobre él. Espero que en su momento tenga su propia novela. En cuanto a la buena de Rose, tan apasionada e impulsiva, digamos que es quien hace que el grupo mantenga el equilibrio. En esta novela sabremos un poquito más sobre su familia, pero creo que aún nos falta mucho por saber.

Tengo que reconocer que me lo he pasado muy bien con este equipo. Está claro que la confianza va creciendo entre ellos, que se van conociendo cada vez más y la iniciativa que demuestran Assad y Rose a la hora de elegir los casos y participar en su resolución es algo que le viene muy bien a Carl. Sabe que puede delegar en ellos y creo que hasta para él es una sorpresa ver lo bien que les va.

La novela se lee sin que te des cuenta, es muy amena y ágil y como en las anteriores el equilibrio entre el sentido del humor que salpica la historia y lo terrible del caso que se investiga está perfectamente calculado. No sé si a algún lector le habrá pasado como a mí en esta novela y es que pude entender perfectamente (a pesar de que no justifico los hechos) la forma de actuar del "malo de la película". Desde luego hay momentos en los que se le ponen a uno los pelos de punta, pensando que algunas personas hayan tenido que pasar por cosas como las que relata esta novela.

Yo no puedo más que recomendarla. Su lectura puede ser independiente de los anteriores libros de la saga, porque los casos siempre quedan muy bien cerrados, pero como siempre, ya que los protagonistas son los mismos, no cuesta nada leerlos en orden. De la primera novela a esta, se ve mucha evolución en todos ellos y vale la pena no perder detalle.

Fotografía
- del autor: http://www.crimezone.nl/web/Interviews/Artikel/Interview-Jussi-AdlerOlsen-1.htm
- de la portada extranjera: http://www.jussiadlerolsen.dk/?la=gb&page=books_journal64_gb