TRADUCCION: Cristina Martín
AUTOR: Amanda Hodgkinson
EDITORIAL: Bruguera
ISBN: 978-84-02-42100-5
PÁGINAS: 368
PRECIO: 19€
CONTRAPORTADA:
Silvana y Janusz se reencuentran en Londres tras seis años de obligada separación a causa de la Segunda Guerra Mundial. Por fin retomarán su vida junto a su hijo Aurek, aunque sea lejos de su Polonia natal. Pero lo que debería ser un reencuentro feliz toma un giro sorprendente. Ya nada es como antes. La guerra los ha convertido en dos extraños con secretos.
Esta es la segunda novela que leo en poco tiempo relacionada con una guerra y aunque han sido historias muy diferentes (el otro libro al que me refiero, por si alguien no lo sabe es "Las flores de la guerra"), las dos me han gustado mucho. Ante todo debo decir que me ha gustado el enfoque que da la autora a esta historia desarrollando la trama con la Segunda Guerra Mundial de fondo. Habiendo tantas novelas con el mismo marco histórico, os aseguro que ésta no se puede calificar como "una más", así que no la descartéis pensando que vais a leer más de lo mismo.
Esta novela trata sobre los efectos y consecuencias que una guerra tiene sobre un matrimonio polaco, cuyo destino parecía ya trazado y al que las circunstancias acaban separando, y sobre su supervivencia a lo largo de los seis años que pasan sin verse.
La historia comienza con un encuentro en una estación de tren en el Londres de la posguerra en 1946. Hace seis años que Janusz Nowak abandonó Polonia para alistarse en el ejército dejando en Varsovia a su esposa Silvana y a su hijo Aurek, apenas un bebé. Ahora volverán a reencontrarse para retomar su relación en un país diferente que les ofrece la posibilidad de una nueva vida. Janusz ha comprado una casa en Ipswich, en el número 22, en Britannia Road e intentará darle a su familia la estabilidad y seguridad de la que han carecido estos últimos seis años, pero ¿serán capaces de vivir como si nada hubiera pasado? Janusz y Silvana parecen dos desconocidos y evidentemente Aurek no siente ningún cariño por su padre. De hecho a lo largo del libro le llama "el enemigo", algo que su madre admite, mientras que el padre no sabe qué hacer para que eso cambie. Está claro que la convivencia se presenta complicada. Ninguno quiere hablar de lo que les ha ocurrido durante los años de separación, pero el lector será testigo de todo ello, gracias al modo que la autora nos cuenta esta historia y que es de los que personalmente más me atraen y atrapan.
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Me ha gustado mucho como queda reflejado el esfuerzo y la dificultad que supone volver a recuperar una vida que en principio parecía ideal y es que cuando Silvana y Janusz deben separarse, apenas llevan casados un año y todo se presumía feliz y radiante. Al final acaban pasando separados el triple de tiempo del que llegaron a pasar juntos, no les ha dado tiempo de disfrutar de su matrimonio, de conocerse a fondo, así que cuando se reencuentran realmente son dos extraños. Desde luego nada hacía presagiar lo que les deparaba el futuro.
Para Silvana no han sido seis años de espera sentada en una silla, han sido seis años de supervivencia, de ausencia, de angustia, dolor y de carencias, en los que ha llegado casi a vivir como un animal en el bosque y lo peor de todo es que es allí dónde ha tenido que ir enseñándole a Aurek a sobrevivir. Ha tenido que sortear muchos obstáculos y situaciones, que no puedo evitar sentir, han sido mucho más complicados y desagradables que los que le tocó vivir a Janusz, que en mi opinión fue mucho más afortunado, a pesar de que fue suya la decisión de alistarse y la que les llevó a ambos a esta separación, algo de lo que se siente culpable en más de una ocasión. Son seis años sin saber si el otro está o no vivo.
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Desde luego para mí, el problema principal de esta familia es la falta de comunicación entre el matrimonio. Es evidente que ninguno quiere sufrir recordando lo que les ha pasado, pero esa falta de confianza es la que les está llevando a ser simplemente "corteses" entre ellos y poco más. Y es que ambos tienen algo muy importante que ocultarle al otro, pero esos silencios sólo servirán para construir unos cimientos de papel sobre los que asentar su nueva vida y ya sabemos que el papel para estas cosas muy estable no es.
Para ser esta la primera novela de la autora, creo que ha creado una historia muy bien escrita y muy interesante y emotiva, que a pesar de contarnos momentos duros, no insiste demasiado en ellos, pero que al lector le acercan de lleno al sufrimiento de unos protagonistas principales bien perfilados, que resultan muy creíbles, consiguiendo así que suframos con ellos.
También los personajes secundarios son muy interesantes (el matrimonio vecino de los Nowak, siempre dispuesto a echar una mano; Peter, el único amigo que parece tener Aurek o Tony, el padre de Peter, que hará tambalear la existencia de Silvana pero ¿para bien o para mal?). Quizás la parte del final, sea un tanto melodramática, pero en general es muy agradable de leer. A mí me ha gustado mucho, aunque hubiera preferido que ese halo de tristeza que envuelve todo el libro hubiera estado menos presente en la parte que no relata los recuerdos de la guerra, pero no por ello he dejado de disfrutar del libro.
En fin, una novela de reencuentros, confesiones y secretos, de dolor y amor, una historia de supervivencia y de perdón, pero sobre todo de esperanza, que demostrará que vale la pena luchar por el futuro, a pesar de los obstáculos que haya puesto en nuestro camino el pasado.
Para el que no la haya leído os dejo AQUI la reseña de Rusta
- de las otras ediciones: http://www.amandahodgkinson.com
- de la autora: http://www.amandahodgkinson.com/about-amanda/