25 mar 2010

El buen alcalde (Andrew Nicoll)

TITULO ORIGINAL: The good Mayor
TRADUCCION DE: Gemma Deza Guil
AUTOR: Andrew Nicoll
EDITORIAL: Círculo de Lectores
PÁGINAS: 392
PRECIO: 14,40€

SINOPSIS:
El buen alcalde es una fábula sobre la felicidad y el amor, sobre lo que hacemos para merecérnoslo o para perderlo irremisiblemente.
Una pequeña joya en la que el realismo de la vida cotidiana de los habitantes de la imaginaria ciudad de Dot cede parte de su espacio a  la magia que, cuando del amor se trata, tarde temprano acaba por surgir.

Cuando mi hermana me dijo que había terminado de leer este libro y que se había cabreado mucho, por supuesto me picó la curiosidad y decidí leerlo para poder opinar juntas sobre él. (Espero que luego sea tan amable de compartir con nosotros en los comentarios su opinión) y veamos, no me ha cabreado pero el final me ha dejado pasmada.
Cuando en el subtítulo del libro se lee “Un cuento de amor trágico”, sin destripar nada, diré que lo de “mágico” tiene mucho que ver al final.

No es un mal libro, aunque tampoco ha sido lo que yo esperaba. En ningún momento se me ha hecho pesado pero las cosas pasan muyyyyy lentamente. Muchas hojas se van en lo descriptivo que es, aunque no llega a aburrir porque en realidad está escrito estupendamente.

Te encuentras en el pequeño pueblo de Dot, un pueblo y una época que podrían ser cualquiera, porque en realidad eso es lo de menos y alguien nos empieza a contar la historia, un personaje que ya no existe, pero que representa a Dot desde hace mil doscientos años. Su patrona, mártir y barbuda Santa Walpurnia, presente en cada rincón del pueblo y testigo de todo lo que en él sucede.
Tibo Krovic, es “el buen alcalde” y realmente es así. Es un hombre cercano, va a su despacho en tranvía cada día, todo el mundo se puede acercar a él para consultarle cualquier cosa o duda, es sociable, justo, amable e incluso ejerce de juez en el tribunal. Se siente feliz y su vida es perfecta, salvo por un detalle. Está enamorado de su secretaria, Agathe, pero ella está casada, así que se conforma con verla cada día en su despacho sin sospechar que Agathe está pasando por algo más que una mala racha en su matrimonio.
Por su parte Agathe es una mujer luchadora, ha sufrido una tragedia en su vida pero quiere superarla y vivir, recuperar la ilusión que tenía antes de que aquello ocurriera pero su marido hace tiempo que se ha rendido y nada de lo que hace para recuperarlo da resultado. Se siente sola en compañía y necesita sentirse querida y porqué no, deseada.
Un día, sin planearlo, Tibo la invita a comer y a partir de aquí todo dará un gran cambio (y ya no os cuento el cambio del final porque... NO PUEDO)

Se establece entre ellos una relación tan correcta que me crispaba los nervios (de hecho llamé a mi hermana diciéndole que tenía ganas de darle una (voy a decir patada) a Tibo para que espabilara). Me parecía estar contemplado una relación de tímidos adolescentes, cuando Agathe está pidiendo a gritos que pase a la acción, pero al final ni él ni ella se atreven a ir más allá de las comidas juntos, unas risas compartidas y si acaso, unos encuentros “casuales” por la calle, y las hojas van pasando sin que ocurra nada.
Cada vez que llegan a sus respectivos hogares ambos piensan: “mañana”, “mañana será el día”, y de repente mañana es un día tarde, pero no voy a contar por qué.

Entre los personajes secundarios tenemos a:

- Mamma Cesare, dueña del restaurante “El Ángel Dorado” y según ella adivina y descendiente de un largo linaje de adivinos. En su local Tibo y Agathe disfrutarán cada día de una fabuloso plato preparado por ella misma y allí irán conociéndose y compartiendo sus sueños.
- Hecktor Stopak, primo del marido de Agathe y un sinvergüenza de cuidado, que siempre está metido en líos.
- Yemko Guillaume, un abogado enorme, muy pero que muy observador y cuya amistad con Tibo será de gran importancia.

Andrew Nicoll
Parece ser que la idea del libro le surgió al autor tras tener un sueño y viendo el final de la misma no puedo más que decir que de un sueño tuvo que salir. Está claro que con este primer libro Andrew Nicoll ha demostrado que sabe contar historias, describir paisajes e incluso hacer reír. Ha escrito una historia de amor con sus aciertos y sus errores, donde una decisión precipitada puede dar un vuelco por completo a todo.
Me ha dejado totalmente sorprendida la última parte del libro donde de repente y sin venir a cuento nos encontramos dentro del género ¿fantástico? ¿Realismo mágico?, algo tan inesperado que no me ha terminado de convencer mucho como ha acabado resolviendo la historia, la verdad, aún así reconozco que he disfrutado de buena literatura y sólo por eso ya ha valido la pena.

Fotografía:
- del autor: http://imag.lecturalia.com/img/autor/andrew-nicoll-6772.jpg

16 comentarios:

  1. No había oído hablar de él, parece interesante la verdad...pero de momento ya tengo muchos en la lista :-)

    ResponderEliminar
  2. Hola bicho, ando a mil, pero he leído tu reseña. En breve vuelvo para despotricar, jejeje. Un besito

    ResponderEliminar
  3. Sonia: Pues yo pensé que sólo estaba en Círculo de Lectores, pero hoy mismo lo he visto en la librería.

    Nena: Vuelve cuando tengas tiempo a comentar, pero no te pases, que el libro tampoco está tan mal, salvo ese momento "canino" del final. ¡ja,ja,ja!

    ResponderEliminar
  4. Yo también lo había visto en el catalogo de Circulo de lectores. Interesantes cosas cuentas sobre el libro. Realismo mágico y yo tenemos bastante buena relación, pues igual me animaré.
    Eso sí, no quiero cabrearme con él:)

    ResponderEliminar
  5. Este libro es una de mis últimas adquisiciones a Círculo. Espero pronto hincarle el diente y ver ese final del que nos hablas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Karo: La verdad es que no tengo muy claro si quiso introducir un episodio de realismo mágico o fantástico en la novela, lo que sé es que a mí me dejó absolutamente patidifusa, porque me dio la sensación de que no iba acorde con el resto de la historia, pero en fin! quizá a otro lector le parezca un acierto total. Dependerá de cada uno.
    Estoy esperando a que mi hermana haga su aportación con un comentario, espero que no desvele demasiado.

    Jesús: Será interesante conocer tu opinión sobre lo que le ocurre a Agathe. Estaré atenta para cuando decidas hincarle el diente.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. creo que si el final no es redondo no se viene a mi lista, no me quiero cabrear como tu hermana.

    ResponderEliminar
  8. Holaaaaa...Ya estoy aquí...he tardado más de lo planeado. En primer lugar, que sepas que en la columna de blogs aparece que la última vez que actualizaste fue hace una semana. ¿? No me digas por qué, pero ayer salía perfectamente. Bueno, pues en segundo lugar, tengo que decir que yo no soy tan piadosa y me cabreó MUUUCHO. Vale que es una historia como dices tú, muy bien narrada, me hicieron gracia las peripecias del buen alcalde para ver a Agathe, en plan chiquillo de instituto, que le hacía super entrañable. Desde luego no cabe duda de que realmente era muy buena persona, pero sí que habría que darle un meneo para que espabilara, la verdad, pero bueno, divierte la tontería que se traen todos esos días mientras comen juntos. Vas leyendo rápido para ver si al siguiente día alguno de los dos se decide a dar el paso...Me imagino el pueblecito precioso, el lugar donde comen, la alcaldía, el trayecto del tranvía, incluso el barrio más "oscuro" con su particular encanto. También sé que si hubiera tenido el final que uno espera mientras va leyendo la historia, no hubiera echado cohetes, pero por lo menos me hubiera dejado un buen sabor de boca. Pero de ahí, al giro que da todo de repente....Yo dije: "pero bueno...aquí faltan hojas, o qué?" En fin, o es que a mi no me gusta "el realismo mágico" o al escritor se le fue un poco la pinza en la última parte. Qué quieres que te diga? Tengo poco tiempo para leer y me cabrea mucho no acertar con la lectura.

    Es mi opinión. Seguramente para otra gente será estupendo. Para gustos colores, obviamente, pero a mí me decepcionó.

    A por otro...Muas!

    ResponderEliminar
  9. Carmina: No es que el final no sea redondo, es que es tan extraño e inesperado que te deja perpleja, pero seguramente para más de uno es ideal. Yo desde luego, hubiera preferido otra cosa.

    Rival ¡je,je!: Voy a tener que leer libros que hayas leído tú para que te venga la inspiración en los comentarios. Pero qué cruel eres y todo porque al final Agathe se ... ¡Ups! casi lo suelto ¡ja,ja!
    Tienes la mente muy cerrada a finales "mágicos", menos mal que al menos disfrutaste con el resto de la historia. ¿Cómo llevamos "Saber perder"?

    Besos

    ResponderEliminar
  10. jolines, pues me quedo con las ganas de saber lo que ocurre, pero no sé si me apetece leerlo. Lo del realismo mágico me recuerda a Murakami. Todo es normal hasta que de repente pasan cosas raras...

    ResponderEliminar
  11. pues de momento este no no me apunto. Ya me leeré todos los que tengo pendientes en casa primero, antes de la próxima incursión a una librería (veamos cuanto me dura mi propósito)
    un beso,
    Ale.

    ResponderEliminar
  12. Isi: No puedo comparar con Murakami porque no he leído nada. Es uno de mis autores "pendientes" junto a Amélie Nothomb y por supuesto no te puedo contar el final, aunque el hecho concreto al que me refiero no sea exactamente el final final. Perdón.

    Ale: Así me gusta, fuerza de voluntad para no hacer la lista más larga ¡ja,ja!

    Besos

    ResponderEliminar
  13. He sentido parecido a vosotros leyendo el libro, no me ha gustado mucho el final. Sobre todo esa metamorfosis.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  14. Gloria: Lo que está claro es que no ha dejado indiferente a nadie ¡je,je! Al menos el libro está muy bien escrito. Es como un cuento para mayores.
    Un beso

    ResponderEliminar
  15. Tenía dudas con este libro, y me temo que las seguiré teniendo :S Bueno, lo dejaré ahí en el limbo, de momento. Un saludo.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.