En plena noche, cinco extraños son convocados de manera peculiar a una escuela para niños ricos en las afueras de la ciudad. Una vez dentro, y todavía sin conocer el propósito real de la reunión, comprenderán que todos ellos están relacionados de una u otra manera con una tragedia que tuvo lugar una década atrás: la muerte de catorce niños en el aula 19. En un juego de desconfianzas y complicidades, deberán desentrañar el misterio de aquellas muertes y sus implicaciones en el presente. En la escuela se esconde la verdad, pero también alguien peligroso que ha esperado mucho tiempo para mostrar su verdadera naturaleza.
Esta es la primera novela que leo de Federico Axat y no ha estado mal, la verdad. Como no puedo compararla con ninguna otra novela de este autor argentino, no sé si es su mejor libro, pero por mi parte tiene un aprobado.
Los cinco protagonistas de esta historia se encuentran encerrados en una escuela donde diez años antes ocurrió una tragedia cuando todos los alumnos que ocupaban el aula 19 aparecieron muertos. Es de suponer que los cinco están relacionados con aquellos hechos y de alguna manera han sido astutamente convocados a una reunión que nadie ha solicitado.
Aunque es una narración que juega con elementos ya conocidos por los lectores aficionados a novelas de terror o suspense y que no son originales consiguen darle a la novela la suficiente tensión para mantener al lector muy atento, peeeero aunque la lectura no me ha aburrido en ningún momento, es cierto que avanza despacio debido a la intercalación constante de muchos flashbacks que en ocasiones distraen al lector más que otra cosa porque a veces son demasiado largos. Es cierto que aportan información y nos sirven para conocer a los protagonistas y saber por qué están ahí, pero en algún momento da rabia que aparezcan.
El final me ha gustado bastante, tanto el saber qué ocurrió en el Aula 19 como el final de los cinco protagonistas (la directora actual del centro, el cuidador del centro o conserje, un joven discapacitado que colabora en el biblioteca, un periodista que investigó en su momento la tragedia allí ocurrida y una chica, hermana de uno de los niños del centro). Quizás lo que más me ha chocado como lectora es el uso de expresiones propias, supongo, de Argentina y que aquí no utilizamos, pero que en todo caso no dificultan para nada la comprensión del texto.